Observe el gran edificio que tenía enfrente, el Santiago Bernabeu. Impactaba demasiado verlo. Me lo imaginaba impresionante, pero hay que estar delante de él para comprobarlo.
Con paso firme crucé la puerta. Pude observar como varios guardias de seguridad rodeaban la zona, lo que me hizo sentir un poco insegura. Me acerqué a la recepción con varias miradas encima por parte de ellos.
- Pase.- dijo una señora de mediana edad con el pelo totalmente canoso recogido en un moño, que no apartaba la mirada de la pantalla del ordenador.
- ¿Disculpe?- pregunté de la forma más prudente ya que no entendía lo que me había dicho.
- Tiene que tener pase si quiere entrar.- dijo, y sentí que guardias se aproximaban.
- Perdón, pero no me dieron ningún pase.- contesté nerviosa, notaba que las palabras se me entrelazaban. - Vengo de prácticas para el puesto de fisioterapeuta. Puedo mostrarle mi DNI.
Sin decir nada, la mujer cogió mi tarjeta de identidad y comprobó algunos datos en el ordenador.
- Perdone las molestias. Deben haber olvidado enviarle el pase oficial. -dijo rebuscando en sus cajones- Tome, su pase.- Me dió una tarjeta plastificada con mi nombre y foto.-Ahora ya si puede pasar.
-Gracias - le sonreí y con gusto caminé hasta la puerta de acceso al club deportivo.
- Chica, sígame- me espetó uno de los guardias de malas formas.- Oye, no tenemos todo el día - revoloteó los ojos ya que yo no me había movido.
- Ya voy, ya voy.
Me llevó a lo largo de unos grandes pasillos donde había pintado a grandes jugadores que habían estado en el Real Madrid, tales como Raúl, Ronaldo, Zinedine Zinade o David Beckham entre otros.
- Disculpe, ¿a dónde me lleva?- pregunté curiosa.
El hombre no me contestó y siguió su ritmo. Seguimos andando hasta que se paró delante de una puerta.
- Aquí se acabó el paseo.- Me dijo serio y abrió la puerta.- Teresa, la chica nueva ya está aquí.
- Ya voy- se escuchó una voz que provenía del interior de la sala.
Al poco una mujer de mediana edad, con pelo rubio y canoso agarrado a un moño bajo con algunos mechones sueltos, piel blanca, ojos esmeraldas y una gran sonrisa.
- ¡Por fin!- corrió a abrazarme.- Tenía muchas ganas de conocerte. Pensaba que ibas a ser más mayor.- dijo con un notable acento italiano.
- Yo también tenía ganas de estar aquí. - le respondí.-¿Y usted es?
- Scusa, no me he presentado. Me llamo Camille, pero puedes decirme Cam. Soy la preparadora física del equipo, lo que quiere decir que ahora soy tu jefa.
El sonido del walkitalky del señor que me acompañó se hizo presente.
- Debo irme.- se comenzó a ir sin decir una sola palabra más.
- Fran es un hombre muy frío, pero con un gran corazón - me informó la mujer que apartir de hoy sería mi jefa.- Venga chica, entra. Te enseñaré las instalaciones.
Entre a la sala donde había todo tipo de instrumentos para trabajar.
- Mañana comenzarás a trabajar. Este es tu horario.- Me entrego un papel donde había una tabla con las horas que debía de trabajar subrayadas de amarillo fosforito.
- Esto... una pregunta. ¿Debo de trabajar en los partidos?- hice una pausa- Quiero decir, estar aquí para cuando se disputen los partidos.
- Claro que sí, pero no en todos. Cada mes te daré una papel donde pone los partidos en los que debes asistir. Somos pocos en este servicio, y siempre de haber algún fisio en los partidos. - asentí.- Nuestro trabajo aquí consiste en evitar las posibles lesiones de los jugadores, y curar las lesiones. Viendo que estás de prácticas... no creo que acarrees con el trabajo más gordo, ¿te parece bien?
- Bueno, la verdad es que no me importaría trabajarlas, pero si es lo que usted ve.
- No hace falta que me llames usted. Me hace sentir más
mayor, ya se que no lo aparento. - soltó una carcajada.- Eres una chica muy educada, Lidia.
- Es Lucía.
- Así es verdad. Bueno... el cielo se me va al santo.- dijo malamente a lo que yo me eché a reír.
- Se dice se me va el santo al cielo.
- Scusa - se tapó la boca de manera sorprendida- treinta años en España y todavía no entiendo el idioma.
Las dos reímos. Entonces la puerta se abrió de golpe.
- Marco, ¿cuántas veces tendré que repetirte que no abras la puerta sin preguntar?- le regañó Camille.- ¿Y si llego a estar revisando a algún compañero tuyo?
El chico me miró con el ceño fruncido y entró directamente a la habitación.
- Sí, si perdón Cam. Es que el mister me dijo que tenía que darte estos papeles.- se acercó a dárselos y luego me volvió a mirar. Me sonaba mucho este chico pero no logro acordarme de quién es.- Dice que es urgente que vayas.
- Va benne, va benne.- comentó ahora en su idioma natal.
El chico salió de la habitación y yo me quedé observando a la puerta.
- Ragazza- me llamó - Sembra che il ragazzo abbia richiamato la tua attenzione.-ella rió.
- No entiendo lo que quiere decir.
- Creo que ya lo has comprendido.- Me volvió a sonreír. - Ya hemos terminado por hoy. Ahora debo de irme. Le diré a Fran que te acompañe a la salida. ¡Fino a domani, Lucia!
- Fino domani- contesté de igual forma.
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∂єℓι¢αтє 《MA》#1
Genç KurguElla, una secilla fisioterapeuta con problemas que acaba de finalizar su carrera, termina en prácticas con unos de los mejores equipos del mundo. Él, unos de los mejores jugadores del mundo comido por la fama, prensa... y un gra GRAN ego. ...Y si c...
