Ella, una secilla fisioterapeuta con problemas que acaba de finalizar su carrera, termina en prácticas con unos de los mejores equipos del mundo.
Él, unos de los mejores jugadores del mundo comido por la fama, prensa... y un gra GRAN ego.
...Y si c...
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Madrid
- Oh, venga Marco, llegaremos tarde por tu culpa. - reproché una vez que había salido del coche.- ¿Se puede ser más pesado? Tengo ocho mensajes de Cam, no quiero que me vuelva a regañar.
- Es sólo un minuto.- dijo mirándose al retrovisor adecuándose su cabellera según su gustos por tercera vez.
- Marco, ¡estás bien! No te preocupes más.
- Claro que me preocupa. Esas fotos van a ir danzando por Internet, y hoy va a ver más cámaras que nunca.- cogió el bote de laca y se roció por el pelo.
- No si despeinar no te vas a despeinar. Vas a pinchar la pelota con tanta laca. No creo que el presi tenga tanto presupuesto para balones como sigas enchandote. - me apoyé a su lado y crucé mis brazos.
- Que graciosa eres, cariño.- siguió a lo suyo.
- Que presumido es tu padre.- me dirigí a mi plana barriga.
- Mi hijo o hija va a ser un Asensio. Siempre hay que ir preparados para el momento. - me guiñó y yo no tuve más remedio que sonreír. - ¿Cómo me veo?
- Igual que siempre, Marco. Con medio bote de laca más, esa es la única diferencia. - le tiré del brazo para que comenzara a andar. Miré el reloj del móvil. Marcaban doce minutos de retraso.- ¡Eres tonto, llegamos tarde!- tiré más fuerte.- Siempre igual... ¿Quieres que me echen? Las jornadas de puertas abiertas están malditas.
- Y que mal genio tiene tu madre. Espero que saques la paciencia y la tranquilidad mía. - dijo ahora el tocando mi barriga.
- Pues entonces la llevará clara. No escuches a tu padre que no sabe lo que dice.
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- Lo siento muchísimo Cam, este hombre es el culpable. - corrí hacia ella en cuanto la ví al final del pasillo y señalé a Marco, qué iba a mi lado.
- Tranquila, amore. No hemos empezado.- nos miró detenidamente a los dos.- ¿Habéis venido juntos?
- Sí, ¿por qué?- preguntó el futbolista.
- No nada, penso che sia meraviglioso che tu sia insieme.
- Cuando está mujer se pone hablar en italiano me da auténtico pánico. - susurró a mi oído.
- Che bello! No sabía que estabais juntos.
- Oh, ya... no es oficial, osea no lo hemos dicho en público.- respondió Marco dudoso mientras yo negaba exageradamente con mi cabeza.- Llevamos unos meses medio saliendo, ella es demasiado cabezota para admitirlo y eso que lleva a...- le pisé el pie on todas mis ganas.