《32》Eɴ Cᴀᴍɪɴᴏ

984 63 6
                                        


Capitulo 32

- ¿Quieres parar de moverte?- me regañó Miriam que intentaba hacerme la raya del ojo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿Quieres parar de moverte?- me regañó Miriam que intentaba hacerme la raya del ojo.

- ¡Eso mismo digo yo!- Cristina se unió que estaba rizándome el pelo con a plancha. - Te acabo de planchar un mismo mechón tres veces.

- Es el bebé, no ha parado desde anoche. Tengo calambres en la espalda...- pare de hablar porque me comenzo a dar otra vez.

- ¿Te duele mucho?- quiso saber Miriam. Dije que no con la cabeza, he sido siempre muy buena para aguantar el dolor. - ¿No te irás a poner de parto en medio de la comida?

- ¿Te imaginas?- rió Cristina.- Bueno los jugadores saben dar buenas asistencias... Sobre todo Marco, he oído que es un crack en ello ¿lo pilláis?

- Oh Dios mio, Cris, se te ha caído.

- ¿El qué?

- La gracia.- respondí yo una vez recuperada del episodio.- A mi me han dado escalofríos solo de pensarlo.

- Aunque seria muy épico que naciera en el Bernabéu. Lo que sería el colmo es que después saliera del barça.- comentó ahora graciosa Miriam

● ● ● ○ ● ● ●

Me mire por ultima vez al espejo. Estaba muy sorprendida por el trabajo que habían hecho mis amigas. Había quedado irreconocible.

- Chicas, muchísimas gracias- les dije sincera. - Hubiera sido incapaz de haberme hecho la raya yo sola. Y para que hablar de rizarme el pelo con lo desastre e impaciente que soy.

- Oh, vamos. Es lo menos que podríamos haber hecho por ti.- Miriam respondió guardando todos los objetos que había utilizado.

- Y tú recuerda, tienes que machacar a esa tiparraca. Nadie se mete con Lucía Suárez.

- Lo haré, ¿para qué crees que voy?

El timbre comenzó a sonar sin control. Que pesado podía llegar a ser este Lucas. Me despedí con un abrazo de mis amigas y salí lo más rápido que pude hacia el portal. Me topé con un lujoso vehículo de color negro que llamaba la atención de la gran mayoría de los transeúntes. La ventanilla se abrió despacio dejándome ver a mi amigo con unas gafas de sol y a su mujer saludándome con la mano.

- ¡Buenas tardes!- saludé adentrándome en la parte trasera del coche. El matrimonio me devolvió el saludo de igual forma.

- Vas muy guapa, Lucía.- alagó Maca mirándome desde su sitio de copiloto. - Y te a crecido un montón la tripita desde la última vez que te vi.

- Lo sé, estoy apunto de estallar. No sé ni como puedo mantenerme en pie.

- Ya verás como todo lo que estás pasando valdrá la pena. No sé imaginarme una vida sin mi pequeño Lucas - guiñó su ojo izquierdo.

∂єℓι¢αтє 《MA》#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora