NCT One Shots

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Mierda, llego tarde. Era la primera vez que llegaba tarde a clase este curso y justo tenía que ser el único día que en el primer periodo me tocaba aguantar al Señor Kang, era buena persona, pero odiaba a las personas impuntuales.

Con suerte, las puertas del instituto estaban aún abiertas cuando llegué, así que no necesité un justificante para entrar.

Troté hasta mi aula y miré por la pequeña ventana de la puerta, ahí estaba mi hermano, mirando en mi dirección como si hubiese estado esperándome.

"Le voy a matar", había pensado hacía a penas media hora, cuando le había sentido cerrar la puerta de entrada de la casa sin haberme avisado de que ya era tarde.

-Señorita Lee, llega usted tarde- dijo mi profesor de Historia del Arte-. Debería darle vergüenza, siendo una de las mejores alumnas de la clase, tener una falta de respeto tan grande hacia la asignatura.

El hombre, aunque era relativamente joven, estaba chapado a la antigua.

-Lo siento mucho, señor Kang. No volverá a pasar, se lo prometo.

El día no podía ir a peor. Como castigo, al final de la clase, me había dado veinte obras para describir para el final de la semana.

-¡Lee DongHyuck! Te parecerá muy gracioso, pero te juro por nuestros padres que tú vas a hacer la mitad del trabajo- dije apuntando con el dedo a mi hermano mellizo.

-Tenías que haberte visto la cara cuando te ha abierto la puerta. Ojalá lo hubiera grabado- contestó riéndose a carcajada limpia.

-HaeChan, no te metas con tu hermana- dijo Jeno, poniéndose de mi lado.

-Si quieres, yo puedo ayudarte con el trabajo- dijo RenJun en mi oído. Cogió mi cintura y besó mi mejilla, como había acostumbrado a hacer los últimos días.

Desde que mi mejor amiga y yo nos habíamos empezado a juntar más con mi hermano y sus mejores amigos por pura coincidencia, nos habíamos vuelto bastante cercanos.

Eramos realmente parecidos. A ambos nos encantaba el arte y solíamos ser callados, tímidos, hasta que entrábamos en confianza.

Por eso, cuando un día llegó a casa y mi hermano no estaba, antes de una larga conversación reinó un silencio completamente cómodo que me dio a entender que nuestra amistad sería verdadera.

-La profesora de inglés no ha venido, ¿os apetece ir a la cafetería y aprovechar mejor el rato libre? No nos pondrán falta- dijo SeungHae, mi mejor amiga, apareciendo de la nada y haciendo a todos asentir.

(...)

Caminábamos por los pasillos, hablando en voz baja, cuando de repente sentí cómo tiraban de mi mano hacia atrás para llamar mi atención.

-¿Por qué no aprovechamos el tiempo ahora y así, cuando terminemos en casa, vemos una película o algo?

-Claro- susurré y le sonreí a mi compañero-. ¡Chicos! RenJun y yo vamos a adelantar trabajo a la biblioteca, así tenemos menos que hacer después- dije mientras empezábamos a caminar el la dirección opuesta.

-¿Qué ha pasado con tu hermano?- preguntó con tono curioso.

-No me ha sonado el despertador y no se le ha ocurrido venir a despertarme. Evidentemente si no me ves pululando por la casa como todas las mañanas será por algo... Y encima tengo que hacer el trabajo yo y no él.

-Siempre podemos devolvérsela- dijo mientras abría su estuche y sacaba el libro de Arte, esperando a que yo sacara la lista de obras.

Cuando después de quince minutos, estando tan concentrado que no se había dado cuenta de que había llevado su mano libre a mi muslo, dirigí mi mirada hacia él y vi su ceño fruncido, recordé la primera muestra de afecto que me había dirigido y que, como esta, había sido totalmente involuntaria.

Aquella vez, su cara se había tornado totalmente roja cuando, asombrada y avergonzada, me había movido disimuladamente en mi asiento y carraspeado para sacarle de su trance.

Sin embargo, tras un par de incidentes más, ambos estábamos más que acostumbrados a que todos vieran nuestra cercanía y sacaran conclusiones erróneas.

-Deja de mirarme así y concéntrate o tendré que besarte- dijo aún con su mirada en el papel y su lápiz moviéndose en este, haciendo que me sonrojara.