||Un gran poder conlleva una gran responsabilidad||
Harper es una niña nacida en HYDRA. Su padre es obligado a experimentar con niños que tienen problemas de salud, entre ellos Harper.
Pero deberán escapar si quieren seguir viviendo.
Harper y dos a...
Conforme los días pasaban, el organismo de Harper evolucionaba, sus compañeros de celda veían los cambios que efectuaba.
Su cuerpo se hacia cada vez más voluptuoso, estaba agarrando volumen pues durante el tiempo que estuvo ahí Harper era muy delgada, sus brazos y piernas parecían fideos y por eso le costaba defenderse aunque era muy escurridiza.
El suero hacía efecto dejando secuelas a su paso.
Durante las noches, Wanda o Pietro se encargaban de tratar de bajar la fiebre que tenía poniendo un paño húmedo en su frente o dasarropandola durante las noches. Cuando no tenía fiebre, la nariz le sangraba y punzadas atacaban su cabeza, punzadas dolorosas y penetrantes. En ocasiones le dolían los huesos pues estos se estiraban para acomodarse.
Los cambios eran notorios pero estaban efectuando cosas buenas dentro de ella. El problema de su corazón se había controlado, más no evitado, su cuerpo al agarrar volumen también se había fortalecido, su masa muscular aumentó por lo que su fuerza también lo hizo, Pietro comprobó aquello cuando en una noche que Harper sufría fiebre, sujeto con tanta fuerza las sábanas que las rompió y abolló la cabecera de la cama.
En dos semanas Harper no se presentó al combate por los cambios que sufría, los doctores comenzaron a sospechar, pues ningún niño de la categoría de Harper había recibido el suero del Súper Soldado, no estaba permitido.
Las pruebas de combate se presentaron como negativas, cuando llegaron esos resultados al director de HYDRA, este ordenó de inmediato que se le impusiera un castigo a la niña, castigo que no soportó Alekssander y trato de intervenir diciendo que ella era incapaz de defenderse en las condiciones que estaba.
Tanto Alekssander como su propia hija recibieron aquel doloroso castigo.
Fue cuando Alekssander comprobó que el suero había funcionado perfectamente en ella, las heridas y golpes que le habían hecho sanaron perfectamente.
Orgulloso de lo que había logrado, al finalizar su estancia como prisionero con su hija, la volvió a llamar al laboratorio donde le inyectó el suero que aceleraría la potencialidad de sus poderes, la volvería más ágil, inteligente y audaz, y mucho más fuerte.
Tan pronto inyectó el suero en su organismo, los cambios se hicieron notorios.
—Ahora si mi pequeña, podrás salir de aquí. Tu serás nuestra salvación —Alekssander acaricio levemente el cabello de su hija.
La idea que Alekssander tenía era que, al darle aquellas habilidades a su hija y la resistencia suficiente, podría destruir esa base de HYDRA junto con los Maximoff, que habían forjado un lazo protector con la pequeña.
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Pasados los días, Harper había mejorado demasiado, cada prueba de combate la aprobaba por lo que poco a poco se iba ganando la atención de los demás doctores e incluso del director.
—El sujeto 023 se ha desempeñado bastante bien, doctor Alekssander. Se ha vuelto muy eficiente en estos meses y debo admitir que he puesto mis ojos en ella. —Ha respondido bastante bien a las pruebas. —Traerla aquí fue la mejor decisión que pudo haber tomado. Apuesto a que su esposa estaría orgullosa de usted y de ella. —También pienso lo mismo señor. —Muy pronto podrá ser una soldada como lo fue Barnes.
Ese apellido le causaba náuseas a Griffin. El simple hecho de recordarlo era como apuñalarlo por la espalda. Además, él no quería que su hija fuera como aquel asesino, no quería que su hija fuera un arma.
Barnes era algo que Alekssander quería borrar de su memoria para siempre, un dolor de cabeza que quería sanar y una molestia que eliminar.
Algo que odiaba.
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