||Un gran poder conlleva una gran responsabilidad||
Harper es una niña nacida en HYDRA. Su padre es obligado a experimentar con niños que tienen problemas de salud, entre ellos Harper.
Pero deberán escapar si quieren seguir viviendo.
Harper y dos a...
El día tan esperado para la escuela, para el entrenador, para el equipo de americano, para Harper y para Peter. Las gradas estaban llenas de personas, tanto como del equipo de los Titanes de Midtown como el equipo de los Osos de la Escuela Privada de Queens.
Este sería el primer partido de Harper como corredora; estaba nerviosa y contenta.
Aún estaba en los vestidores y ya traía su uniforme puesto, con ayuda de otra chica, la cual la ayudaría con su uniforme y los protectores, estaba poniéndose los guantes para que el balón no se le resbalara al recibirlo.
—Debes estar tranquila ¿ok? Sé que es tu primer partido y la que debería estar nerviosa soy yo. —¿Por qué? —No se si te puse bien los protectores. —Yo digo que esta bien.
Dos golpes se escucharon en la puerta.
—Donde esta mi jugadora favorita —dijo Anne entrando por la puerta— nunca pensé en decirte esto pero quiero que les rompas el trasero a todos. —Bien ma, así será. —Diviertete mucho y disfruta el partido. May y yo estaremos apoyándote. —¿Y mis amigos? —Michelle y Eugine no han llegado, Peter esta con May, y Ned en la cafetería.
Harper sonrió y asintió, Anne le mandó un beso por el aire y después se fue.
—Tu mamá parece buena persona. —Lo es —Harper sonrió a medias— o eso creo. —¿Por qué lo dices? —Siento que hay cosas que me oculta y no querrá decirme. —Debe tener sus razones. Mi padre también me ocultó algunas cosas sobre mi mamá, luego las supe y me enoje demasiado con él que no le hable por un tiempo. —¿Y después qué pasó? —Después me explicó todo y me dijo las razones por las que no me había dicho ciertas cosas. Dijo que a veces la verdad es más cruel que la mentira y que ocultar todo fue mejor que verme llorar todas las noches. Él me ama y quiere lo mejor para mi, y tiene sus razones para ocultarme cosas.
Harper meditó en lo que Yaret había dicho —Yaret es la chica— y comenzó a reflexionar. ¿Qué tal si realmente habían ocurrido cosas malas en el pasado y Anne sólo le ocultaba la verdad por su propio bien? No era una mentira su vida, más bien era una protección y ella la estaba rompiendo.
—Vamos Harper —dijo Yaret— es hora de hacerlos pedazos.
Ambas chicas caminaron por el túnel para dirigirse hacia donde estaba el equipo, al llegar Harper se colocó con los demás y hicieron un baile como ritual junto con las porristas. Después el entrenador les dio indicaciones y todos los jugadores se colocaron en sus posiciones.
El partido comenzaba aquí.
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—¡Azul 93, azul 93, azul 93! ¡Hut!
El Mariscal de campo dió unos pasos hacia atrás y vio a ambos lados para ver a quién podía lanzar el balón, Jack estaba libre así que el capitán le lanzó el balón y el número 42 lo atrapó y corrió hacia la línea de touchdown, Harper corrió hacia él, a su lado, cuidándolo de que ningún Oso fuera a tocarlo. Griffin se lanzó a las piernas de un grandulon que estaba dispuesto a taclear a Jack, pero la única chica del equipo intentó empujarlo, sin embargo la fuerza del mastodonte fue más que tumbó a Harper y se llevó a Jack quien perdió el balón en la yarda 20.
