VIXEN; SPIDERMAN VOL.1

LIX

—¡Anotación de los Titanes! ¡La única chica del equipo del MIT, Harper Griffin, es una az del fútbol!. En la temporada ha tenido 8 anotaciones de Downs y 6 colaboraciones, sin duda es la jugadora estrella.

Varios golpes fueron al casco de la rubia, de parte de sus compañeros, mientas se devolvía a la posición que le correspondía donde los equipos de acababan de acomodar. Alex, quien tambien troto, se coloco a su lado negando.

—Los tienes locos.
—¿De qué hablas?
—Todos gritan tu nombre.

Pues era verdad, la tribuna de la escuela gritaban "Griffin" mientras saltaban y agitaban  algunos carteles echos por ellos mismos, claro que entre ellos estaban sus amigos y su novio apoyándola.

—Por cierto —Alex la miró con los ojos entrecerrados— me vas a contar todo eso de tu faceta de héroe.
—Nada se te escapa.

—¡Hut! —gritó el mariscal y la ofensiva se interpuso entre el equipo contrario, el sonido de los cascos y de los protectores chocando era música para los oídos, Harper y Alex corrieron en cuánto esa melodía sonó, protegiéndose el uno al otro. El capitán del equipo lanzo el balón hacia uno de ellos dos, Alex fue un poco mas rápido al atraparlo con sus manos mientras que su mejor amiga le cubrió la espalda.

La numero 42 notó que uno del equipo contrario se acercaba, así que acelerando su corrida, se inclinó en el momento justo para golpear al chico a la altura de la cadera tumbándolo como si ella fuera un toro golpeando al torero, la castaña logró estabilizarse aun acompañando a su compañero, pero al concentrarse en la carrera de su compañero, no visualizó al chico que la choco por un lado.

Cuando ambos cascos impactaron y los jóvenes cayeron duramente al suelo la tribuna se quedo en silencio.

Alex, al darse cuenta de lo que pasó, tiro el balón en el suelo y regresó a ver a Harper, quien se encontraba inmóvil en el suelo.

—Harper —el chico le quitó el casco con mucho cuidado— Harper, reacciona.

Ella apretó sus ojos poco a poco luego de unos segundos.

—Que golpazo —susurró llevando una mano a su cabeza.
—¿Te encuentras bien? —el arbitro le preguntó y Harper levanto su pulgar en señal de Si.
—Siempre nos das sustos —Alex sonrió ayudándola a sentar.
—Siempre me llevo unos golpes horribles.

Alex rió.

—Deberías ver la cara de tu novio.

Harper sonrió un poco sonrojada, después se paró con ayuda de sus compañeros mientras la llevaban a la banca, ahí el entrenador la examinó un poco para corroborar que el golpe no le haya causado algún daño en su cabeza.

—Cuantos dedos ves.
—Ya le dije que 4, pero si se refiere a que tiene 10, pues 10.
—Esta perfectamente bien.
—¿Jugaré?
—Por lo pronto no, descansa.
—¿Puedo ir a las duchas?
—Claro. ¡Yaret! —le llamo a la chica que le ayudaba a Harper— ¡Yaret!¿Donde esta Yaret?
—Aquí estoy —dijo la pelinegra frente a él.
—Oh, ayuda a Harper con su uniforme.
—No es necesario, puedo...
—Solo ayudala y ya.

Harper bufó caminando hacia los vestidores, ahí la otra chica le ayudó con sus protectores y casco,  después la dejó sola para que se duchara. En ese lapso Harper había bufado unas 3 veces más porque una jaqueca amenazaba con llegarle y ella odiaba los dolores de cabeza, mientras Harper abría la llave del agua y checaba como quería esta sus sentidos se alertaron diciendo que alguien había entrado al lugar. Ella cerró el agua y trato de concentrarse en escuchar los pasos, sin embargo el dolor de cabeza la distraía.

—Quién está ahí.
—Me sorprende que me hayas detectado sin siquiera verme u oírme.

La voz de un hombre se escuchó y Tony Stark salió de una de las puertas donde se duchaban.

—Qué haces aquí.
—Pues no había otro lugar en donde me ocultara, Anne me dijo que jugabas fútbol americano y supuse que al acabar el partido estarías aquí, pero acabaste antes —el adulto miró su reloj.
—Me refiero a que qué haces aquí en la escuela.
—Oh, pude haberme ahorrado esa explicación —Tony utilizó el sarcasmo— vine a ofrecerte mi ayuda.
—Para qué.
—Bueno, en realidad, yo necesito de tu ayuda.

Harper asintió recordando lo que Anne le había dicho el otro día.

—Es por lo que sucedió en Lagos ¿no?
—Supongo que Anne te lo dijo.
—Si, me lo dijo.
—Y qué pien...
—Por qué vienes a buscarme después de todo.
—Supongo que a todo te refieres con alejarte de los Vengadores y eso —Harper asintió— la cosa es que aunque tuve que ver con eso, no fue mi día.

Mintió.

—¿A qué te refieres con eso?
—Estuvimos consultando que es lo que pasaría contigo.
—¿Y?
—Wanda y el Capipaleta decidieron que era lo mejor.
—¿Capipaleta?
—Oh claro, tú no lo conoces así, es el Capitán América.

¿Entonces no todos están involucrados?, pensó Harper.

—¿No tuviste nada que ver?
—Ni siquiera estaba de acuerdo —más y más mentiras.
—Y para qué necesitas mi ayuda.
—El capitán y su viejo amigo son fugitivos. El gobierno quiere que los capturemos.
—¿Te falta personal?
—Sí, así es.
—¿Y por qué los capturas tú? ¿Qué no son amigos?

Tony rodó los ojos.

—¿Te han dicho que haces muchas preguntas? —Harper asintió— por lo ocurrido en Lagos y en otras partes el gobierno ha decidido ponerlos bajo vigilancia. Controlar en cierto punto a Los Vengadores. Los llaman acuerdos de Sokovia.
—¿Y él se opuso?
—Algunos lo firmamos, otros no, como el Capitán.
—Tu firmaste —Tony asintió— ¿por qué?
—Debi buscar a otro adolescente extraño —murmuró Tony tomando el puente de su nariz.— Porque muchas el muerto por nuestra culpa.
—La culpa te carcome.
—Si, así es.

Harper suspiró.

—¿Quiénes no firmaron?
—Steve, Barton, Wanda...
—¿Ella no firmó? —en el rostro de Harper apareció una sonrisa de zorro malicioso.
—No, no lo hizo.

Ante eso un mal pensamiento cegó a Harper: darle una paliza a Wanda después de todo lo que le hizo.

—Solo una condición —Tony sonrió de lado.
—Adelante.
—Quiero un traje nuevo.
—Claro, ¿otra cosa?
—Que sea anaranjado.