XXX

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—Ya pueden ir a casa.

La enfermera le sonrió a ambas chicas y ellas asistieron, luego salieron del pequeño cuarto.

—Casi gano —Harper dijo— pero la estafeta tenía algo, estaba resbalosa.
—Tranquila, debió ser sudor. Pero corriste muy bien.
—¿Viste la carrera?
—Toda.

—¡Harper!

Anne y Harper se detuvieron, pues se dirigían al auto, giraron a ver y notaron que Alex se acercaba trotando.

—Iré al auto —Anne le dijo a su hija y ella asintió.
—Hey.
—Hola, creí que estabas en la enfermería, pero me dijeron que ya te ibas.
—Si, mamá y yo iremos a comer.
—¿Cómo esta tu brazo?
—Bien, pero aún no entiendo como es que me corte ahí.
—Quizás fue una roca o algo.
—Quizás.
—Estuviste estupenda.
—¿Tu crees?
—Todos lo creen, creó que de no ser por la caída tu ganas.
—Wow.
—¿Quería preguntarte si otro día podíamos salir?
—¿A jugar baloncesto?

Harper tan inocente y pura.

—A comer o a tomar un helado.
—Oh, pues...
—Es que... ¡Dios! Me gustas Harper, y mucho. Quiero que salgas conmigo y la pasemos bien tu y yo —Harper retrocedió un paso— me gustas demasiado y quiero estar contigo ¿es que no lo ves?
—Alex yo... no se que decir. Yo...
—Se que no te gusto, a ti te gusta alguien más.
—A mi no...
—No mientas, se que te gusta Peter.

Harper abrió sus ojos como platos. ¿Peter le gustaba?

—No es cierto, es sólo mi amigo.
—Mentira, todas dicen eso y siempre nos dejan en la friendzone.
—Será por que es verdad —dijo la castaña molesta— no pueden obligarnos a quererlos.

¿Como es que esto pasaba en dos niños de 14 años?
Esta generación tiene alteradas las hormonas.

—Tengo que irme, espero y te calmes —Harper le dio la espalda a Alex y comenzó a caminar hacia la salida, pero Alex la detuvo del brazo deteniendola, la obligó a mirarlo y la beso.
—¡Ya! —Harper apartó a Alex de un empujón y lo miró con furia.
—¿Qué?
—No vuelvas a hacer eso. No te me vuelvas a acercar, no te quiero como amigo.
—¿Estas bromeando?
—No sé que te sucede, pero mientras actúes así no volveré a hablarte.
—Harper —él intentó acercarse.
—Eres el peor amigo —y Harper se fue al auto.

Ni Eugine le tendría tanto coraje a Peter como el que él tenía ahora.

Ni Eugine le tendría tanto coraje a Peter como el que él tenía ahora

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—¿Qué pasó?  —preguntó Anne mientras conducía hacia casa.
—Nada.

Claramente pasaba algo y ella lo sabía, no por nada fue una muy buena agente.
Harper tenía sus puños apretados hasta el grado de tornarse blancos, su ceño estaba fruncido y se le notaba a kilómetros su enojo.

—Te volveré a preguntar ¿que pasó?
—Alex me besó.

Anne abrió grande sus ojos e iba a decir algún comentario qur cualquier madre emocionada diría a su hija, pero no dijo nada al no ver feliz a Harper.

—¿Y por qué no estás feliz?
—Por que dijo que le gustaba y que quería que la pasáramos bien.
—No te gustó lo que dijo.
—Se comportó como un tonto. Piensa que las chicas somos objetos que hay que tener y ya. No sabe tratar a las niñas.
—Bueno, sólo tienen 14 años, son chicos aún.
—Si actuó así teniendo 14 no me imagino cuando tenga más.
—Dale una segunda oportunidad. Quizás no quiso decir eso.
—Parecía muy sincero.
—Mañana querrá disculparse, no puedes culparlo.
—¿Por qué no?
—Eres una niña muy bonita, quizás piensa que si no da el primer paso alguien maslo hará.
—Pero yo no quiero algo más que amistad.
—Él debe entender eso, no hacérselo entender. Dale tiempo y verás como todo se arregla.

Ojalá, deseó Harper.

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Uhhhh momento intenso

VIXEN; SPIDERMAN VOL.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora