1- Conociéndote

666 28 50
                                    

Caminaba por la vereda con andar cansino, sus pies se movían por inercia pero no sabía adónde se dirigían... era tarde y el frío de la noche empezaba a hacerse sentir en su cuerpo.

Entró en un café al paso, hizo su pedido y se dirigió hacia una mesa individual a esperar su orden...

¿Qué hacía allí, solo, en una ciudad tan lejos de su hogar, buscando a un desconocido?

Ni siquiera sabía si lo encontraría y, de hacerlo, qué le diría? No podía presentarse así como si nada y esperar ser recibido con cortesía...

Siguió ensimismado en sus pensamientos hasta que el mesero le trajo lo que consumiría mientras le dedicaba sonrisas coquetas.

-Muchas gracias!

Le habló sonriente mientras pagaba y daba su propina.

-De nada joven, para servirle en lo que desee...

Ante esto, sólo esbozó una ligera sonrisa y desvió su mirada hacia el exterior hasta que ya no sintió la presencia del mesero.

Siguió su línea de pensamiento, ¿cómo se le acercaría? Ya lo había intentado pero siempre a último momento cambiaba de idea...

Tenía una foto... se le parecía tanto... cómo deseaba que estuviera a su lado, lo extrañaba... pero no era posible y si él estaba allí era por su causa...

Suspiró cansado y bebió el café de un trago, sintiendo cómo su garganta quemaba, pero no le importó... y de pronto allí estaba.

El muchacho que buscaba, caminaba por la vereda con un niño pequeño de la mano.

El joven rubio soltó a su retoño un momento para buscar algo en su mochila, sin percatarse que éste se acercaba peligrosamente a la acera.

Sólo escuchó los gritos de su hijo y cómo un muchacho lo traía en brazos tratando de que no se le escapara. La angustia e ira se apoderaron de él y sin mediar palabras, le arrebató el niño de sus brazos y le dio una fuerte bofetada.

-¿Cómo te atreves a tocar a mi hijo?

El joven no dijo nada, se sobó la mejilla y se alejó, tomando un taxi y desapareciendo en segundos.

La gente se había agolpado al ver lo sucedido y miraban con indignación al padre del niño que lloraba.

-¿Por qué le ha tratado así, joven? Debería besar sus pies por haber salvado a su hijo de morir arrollado bajo un camión!

El joven miró a su hijo y éste se escondió entre sus brazos

-No me regañes, sólo quería acariciar el perrito... ese hombre me alcanzó antes que el camión me chocara... no vi cuando bajé a la calle, papá...

-Qué hice? Alguien sabe quién es o dónde vive?

-No lo había visto antes...

-Yo sí lo he visto, viene a tomar café aquí a veces... parece no ser de aquí... es muy amable pero callado...

Dijo el mesero que lo había atendido ratos antes.

-Gracias... volveré a ver si lo encuentro para disculparme y agradecerle... podrías averiguar su nombre o dónde encontrarlo?

-Lo intentaré, no sé si lo lograré porque ni me mira...

-Gracias igual...

************************************

Pasaron unos días y el rubio estaba listo para ir a trabajar cuando el timbre de su apartamento sonó; figurándose que era la niñera, gritó que estaba abierto, que pasara pero no hubo ruido ni respuesta...

Amar en silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora