26- La boda de mi mejor amigo

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La vida continuaba tranquila, Saga y Aioros disfrutaban de su familia, con sus hijos Sísifo, que ya estaba en escuela primaria y Pólux, que ya contaba con dos años... los pequeños hacían las delicias de la pareja.

Cada fin de semana se reunían con sus amigos y sus familias, cuyos lazos se habían fortalecido mucho en los últimos años...

Aioria, sin que nadie lo pudiera creer posible, había sentado cabeza y formó una hermosa familia junto a Kardia...

Tras un año de noviazgo y de viajar de un lugar a otro del país con sus motocicletas, decidieron formalizar y casarse...

Como regalo de luna de miel, Kardia lo llevó al mega encuentro que se realizaría en Italia y que sería una experiencia única...

Terminó siendo así... se vieron testigos de un terrible accidente que dejó varias personas muertas y muchos heridos.

Entre los sobrevivientes, encontraron dos niños pequeños, que quedaron solos en el mundo al morir sus padres.

Tras llenar cientos de páginas de declaraciones, les permitieron abandonar el país, pero Aioria no podía dejar de pensar en esos niños...

Siempre le habían gustado los chicos y disfrutaba de sus sobrinos y los hijos de sus amigos... su instinto paternal se había despertado y sin dudarlo, le dijo a su esposo que deseaba adoptarlos.

Kardia no estaba tan seguro de que fuera una buena idea, pero ver el brillo en la mirada de Aioria cada vez que los visitaba en el servicio de asistencia social y jugaba con ellos, lo terminó de convencer...

Luego de un año de viajes, asistentes en su casa y probatorias de confiabilidad, los niños tenían sus apellidos y la familia se agrandaba. Emma y Tobías eran mellizos de cuatro años y amaban a sus nuevos padres, los cuales se desvivían por ellos, por darles contención cuando las sombras del pasado llegaban en pesadillas y también los cuidaban y amaban con todo su ser.

Camus y Milo los visitaban seguido, su pequeña Desirée ya tenía dos años y era toda una princesita; la llegada de Emma la llenó de felicidad porque no había otras niñas entre las demás familias y le quitó, de paso, los celos por el hermanito recién nacido.

Sí, Camus acababa de traer al mundo a Alain, que era la viva imagen de Milo con los ojos azul violaceos de su madre... Desirée tenía los rasgos faciales de Camus y el cabello morado como su padre...

Ellos también eran una familia estable y amorosa por demás... cuando se juntaban los amigos,  eran tardes interminables de charlas y risas...

Shura había viajado hacía poco más de un año hacia España y se había instalado allí, donde manejaba junto a Angelo una sucursal de la compañía que Shaka, Saga y Kanon habían formado en sociedad.

Cuando se decidió poner una sucursal allí, la idea era que Aioria la manejase, pero el castaño puso en primer lugar a sus niños, quienes estaban felices de tener amigos y poder jugar juntos seguido...

No los llevarían a otro país, donde volverían a estar solos...

Shura habló con Kanon y Shaka y se ofreció para el puesto... él era soltero y era su país de origen, por lo que hablaba el idioma con fluidez a pesar de haber dejado España desde niño.

Kanon aún se sentía culpable porque nunca pudo recuperar esas memorias junto a su mejor amigo y, muy íntimamente, sentía que nunca le podría compensar por todo lo que el español había hecho por él...

Aceptó ponerlo al frente de la compañía con la condición de que en un año volvería y seguiría a cargo del edificio principal en Grecia.

Ya había pasado ese tiempo y Shura aún no regresaba... todo iba de maravilla en el país ibérico, la compañía había crecido mucho y los números eran fieles testimonios de su éxito.

Amar en silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora