18- Mi infierno sin ti

173 21 27
                                    

No se dejaron estar, contactaron a los mejores especialistas y Asmita empezó los tratamientos...

Kanon se tomó muy en serio el cuidado de su esposo, cambió sus horarios de trabajo para tener los almuerzos junto a él, comidas que él mismo le preparaba siguiendo las recetas dadas por los profesionales y tenía todos los horarios de las medicinas agendadas con alarmas en su celular.

Asmita no perdía su alegría, aparentemente estaba tranquilo y hacía todo lo que se le pedía...

Sin embargo, un dolor muy fuerte estaba carcomiendo su corazón, la necesidad de ver a su único hijo.

No le diría nada a Kanon porque conociéndolo, sabía que pondría el mundo de cabeza para encontrarlo y su miedo mayor era ser rechazado por Shaka.

Pasaron los meses y pese a los tratamientos y enormes esfuerzos por parte de todos, tanto médicos como el del paciente y su esposo, su salud comenzó a decaer...

Su diagnóstico de Leucemia linfocítica crónica (CLL) se vio empeorado por cuadros febriles producto de las sesiones de quimioterapia a los que se sometía una vez por semana.

Estaba primero en el listado para trasplante de células madre pero no aparecía donante compatible.

Kanon desesperado, se hizo todos los estudios de compatibilidad sanguínea para ser su donante de médula...

Tomaron muestras de sangre, tejidos y hasta punzaron su columna para extraer una gota del preciado elixir...

Todo fue en vano... semanas después llegaban los resultados negativos y esto sumía al más joven en una tristeza insostenible, que obviamente, ocultaba muy bien a su adoración...

Le vio decaer día a día, sin importar cuánto trataban de ponerle freno a la enfermedad, de las medicinas que traían importadas, de las dietas suplementarias... nada hacía efecto en el cuerpo de Asmita...

Y llegaron las fuertes fiebres, los delirios en los que llamaba a gritos a Shaka, su hijo, pidiéndole perdón...

Durante el día se le veía de mejor ánimo y aprovechaba esos momentos de total lucidez para hacer su testamento a escondidas de su esposo.

Junto a Kanon, fue poniendo todos los papeles, certificados, firmas en orden, para ceder su patrimonio a su único y legítimo heredero.

Asmita no pudo convencer a Kanon de ser su heredero, el menor no quería ni pensar en el instante en que se lo arrebataran de su lado para siempre...

Así fue, todos sus bienes quedaron a nombre de Shaka, una parte sería de Shahid y luego tenía varios pequeños beneficiarios, que recibirían su herencia en persona...

Asmita sentía un dolor inmenso al ver llorar a Kanon en soledad, cuando lo creía dormido...

El menor había adelgazado mucho y no se alimentaba como debía... su desesperación lo estaba llevando al límite y lo soportaba en silencio, a solas...

Saga le ayudaba en la oficina junto a Aioros porque ya no deseaba dejar solo a su esposo...

Finalmente, los medicamentos ya no tuvieron nada que hacer y sólo quedaba la desesperada espera del desenlace.

Ya Kanon no podía controlar su dolor y a menudo, Asmita terminaba acunándolo en sus débiles brazos hasta que se dormía agotado de tanto llorar.

No era justo que un chico de veinticuatro años pasara por una situación así, cuando podía estar disfrutando la vida junto a jóvenes de su edad...

Pero ya era demasiado tarde para cambiar las cosas y, a pesar de tanto dolor, sabía que Kanon no hubiese cambiado un segundo de su vida al lado suyo...

Amar en silencio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora