34. ¿Qué Tienen los Ascensores?

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¿Cómo decirte que me has ganado poquito a poco tú que llegaste por casualidad?

Amaral, Cómo Hablar

Con el corazón roto, intentando recomponerme del rechazo de Gabriel, me arreglo delante del espejo, maquillándome lo mejor que puedo. He quedado con Vilma para salir de casa y así poder distraerme un poco.

Tras valorarlo más tranquilamente, he decidido hacer caso a Júlia y cogerme la baja pero no aguanto ni un solo segundo más en esta pocilga de cajas de cartón sin desempaquetar.

No he vuelto a hablar con Gabriel, ha pasado una semana, sí, pero ni él se ha molestado en ponerse en contacto conmigo ni yo en ponerme en contacto con él. Así que, os presento el percal: casi no me hablo con mi mejor amigo porque se me declaró y me da miedo decir algo que le pueda hacer daño o hacerle ilusiones sin querer o que se enamore más de mí, no es que sea una egocéntrica, es que quiero protegerle y llevarle en una bola de cristal para que no sufra. Siempre he pensado que Bruno no podía sentir nada por nadie, que a él le gustaba estar solo y esto ahora...Puede que me descoloque un poco.

Y sí. Vilma sigue sin saber que siento algo por Gabriel y tampoco quiero que se entere. Quiero seguir viva, ¿vale? Además, si fuésemos a tener algo, quizás tuviera el valor pero sabiendo que no, ¿para qué hacerla pensar que soy una imbécil? No necesita más pruebas. Por eso, no puedo hablar con ella de lo destrozada que estoy y en parte, me siento una egoísta y una loca porque mi corazón está desesperado por hablar con ella pero mi cabeza me dice que eche el freno... Sé que es la persons que mejor me entendería, la que mejor consejos me daría pero... Bueno, odia a Gabriel. Puede que no sea motivo suficiente porque al fin y al cabo, es mi mejor amiga pero aún así, me da miedo.

La primera noche tras la confesión me la pasé entera sin dormir, pensando en por qué me había declarado si ya sabía la respuesta. La segunda, soñé que Gabriel se reía de mí por sentir algo por él. La tercera, mi vecino de arriba decidió pegarse un buen maratón de sexo y su acompañante no era demasiado silenciosa que digamos, así que me pasé dando vueltas en la cama escuchando "David, más fuerte. La tienes enorme. Qué rápido lo haces" prácticamente toda la madrugada. Bueno, David, si lees esto, me alegro de que folles tan bien. La cuarta, quinta y sexta, soñé con la noche en Santoña y en lo que disfruté entre los brazos de Gabriel con él entre... Creo que no hace falta que de más explicaciones. Cada vez que cerraba los ojos, la imagen de su cuerpo sobre el mío, se repetía y no me dejaba pensar con claridad. En fin, un despropósito.

Ahora, llegamos al último candidato nominado para contarle mis penas:  Sandra...

¿Cómo voy a llamar a una chica a la que acabo de conocer para contarle mis dramas? No hay tanta confianza y no quiero que piense que soy una loca que va contando sus problemas amorosos a cualquiera que se ponga en medio. Además, vino un día a hacerme compañía un rato, contándome que últimamente estaba genial con su hombre misterioso y que parecía que esa vez era la de verdad, ¿cómo iba a amargarla con mis problemas? Aunque es cierto que ella me dijo que tenía la impresión de que él tenía la cabeza ausente últimamente... Supongo que son rachas, como todo,  ¿o no?

Siguiendo con mi tarea de maquillarme lo mejor que sé (vamos, una mierda y más si es con la mano izquierda), observo los rasguños del accidente que empiezan a desaparecer poco a poco, al igual que mi moratón de la pierna, lo que me hace sentirme un poco más tranquilamente y rezar para que no se me queden cicatrices para el resto de mi vida.

Todo este paripé lo hago porque quiero sentirme guapa, verme mejor para sentirme bien y no ver en el reflejo del espejo a una persona que está completa nene rota por dentro, ¿cómo es posible que una persona a la que conozco desde hace solo unos meses me haya marcado más que mi ex novio? Me pongo unos pantalones de tiro alto vaqueros que me hacen un culo muy bonito y una camiseta negra de manga larga por dentro... Es algo sencillo pero siempre he pensado que hay personas a las que ciertos tipos de ropa no les queda bien y yo, desde luego soy una de ello; lo de vestir con ropas extravagantes y excéntricas se lo dejo a las influencers que a ellas se les da mucho mejor.

Que No Te Pille El KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora