La elegancia tiene que ver con la originalidad, con el estilo, con la forma de pensar y de moverse
Carolina Herrera
El lugar donde nos hemos tenido que reunir para comenzar a preparar nuestra ideas mientras Elena San Luis se pasea por las mesas checkeando el trabajo, es inmenso. Varias mesas se disponen en círculo con tres sillas alrededor. Al fondo, un alto escenario con una pantalla blanca detrás, se alza con una silla colocada en el centro. Las paredes son de madera y en ellas hay varios cuadros de diferentes anuncios bastante conocidos.
–¿De qué empresa venís? –Pregunta un hombre joven de ojos azules profundos y un pelo negro tan brillante que podría protagonizar si quisiera los anuncios de anticaspa.
–Lost BCN.
–¿Tú eres la famosa Karma Solans? –Pregunta el hombre quitándose las gafas y extendiendo su mano. –A Elena le encanta tu equipo de publicidad y veo que tras una mente brillante, se encuentra una mujer brillante. Esperaba a una señora de unos 60 años a punto de jubilarse.
–Muchas gracias, supongo... Espero no decepcionar a Elena, tengo entendido que es una gran publicista. –Admito dedicándole una sonrisa y estrechando su mano.
–No lo harás. Vuestra mesa es la número 9. Si necesitas algo, llámame. –En un cacho de papel, apunta su número con su nombre en la parte de arriba "Raúl". Una última sonrisa y ponemos rumbo a nuestra mesa. Me siento y Gabriel y Vilma se me quedan mirando.
–¿Qué?
–¿Cómo no puedes darte cuenta del efecto que tienes en los hombres? –Pregunta Vilma alucinada.
–¿A qué te refieres?
–A que le has dado un corte a Lord Ojitos que se ha tenido que quedar sin respiración. –Suelta Gabriel cogiendo su table e iniciando el programa en el que suele trabajar.
–¿No te da vergüenza que se haya dado cuenta el ser más tonto del Universo y tú no?
–¿El ser más tonto del Universo? Si Karma acaba de dejar claro que no se ha enterado.
–Creo que tanto Vilma como yo estamos de acuerdo en que eres tú. –Respondo sin mirarle a la cara. Noto sus ojos clavados en mí, pero cojo la bolsa de ropa y la saco poniéndola encima de la mesa. Me siento una estúpida, me siento como si estuviera volviendo a mi adolescencia cuando no era capaz de mirar a las personas con las que tenía algo, ¿qué me pasa?–Gabriel y yo ayer tuvimos una idea.
–Yo tuve otra.
–Dispara. –Digo echándome hacia atrás en la silla.
–Creo que deberíamos proponer poner modelos de todas las tallas, porque incluso cuando somos pequeñas, todos los anuncios son de niñas delgadas y normativas.
–Lo he escuchado en la mesa 3,7,10 y 14. –Dice Gabriel cortando a mi compañera y consiguiendo que ella le dedique una mirada que si matara, estaría muerto y enterrado. –Nosotros tuvimos una idea mejor.
–Su idea no es mala, no digas eso. –Le reprendo mirándolo por primera vez a los ojos. Él me devuelve la mirada, pone un gesto, seguramente a propósito, en el que expone su desacuerdo con mis palabras.
–Vale, tuvimos una idea menos recurrente y mucho mejor.
–Karma, habla tú porque como escuche una vez más su voz, le voy a dar de golpes en la cabeza con la tablet y nos van a echar del concurso. –Gruñe entre dientes. Cojo aire para intentar tranquilizarme y no matarlos a los dos por comportarse como niños y justo cuando al fin consigo relajarme para poder hablar, aparece la tal Irene, moviendo sus caderas y sentándose al lado de Gabriel al que le dedica una mirada con unas intenciones muy claras.
–No viniste a la fiesta... –Se queja poniendo cara de cachorrito y mordiéndose el dedo índice.
–Qué cosas tiene la vida, ¿verdad? Te dije que no iba a ir y no fui, increíble.
–¿Y qué estuviste haciendo para no venir? Seguro que no fue tan divertido como pasar la noche conmigo.
–Estar con mi novia.
Me quedo tan estupefacta ante sus palabras y su gesto con la cabeza al señalarme como Vilma, que me mira como si fuese a enterrarme y ya no hablemos de la miradaque me ha echado Irene, ¡ni que yo tuviera la culpa de que fuese mi novio! A ver, que no lo es, pero eso ella no lo sabe.
–Ah... Esta noche vamos a salir también, por si te quieres apuntar. Bueno, yo me voy. –Se despide fingiendo una sonrisa. Espero que no finja tan mal los orgasmos...
–¿Acaba de decir que eres su novia?
–Lo ha dicho para espantarla. –Respondo antes de que Gabriel abra la boca y quiera cerrarsela de la peor de las maneras.
–Es verdad, ayer solos nos acostamos en tu cama.
–Qué humor tienes algunas veces, Gabriel... –Una sonrisa falsa en la cara y una patada por debajo de la mesa. Veo la ceja levantada en mi dirección de Vilma expectante de una explicación. –Que no, te lo juro.
–Prefiero no saberlo... No quiero vomitar, ¿qué pensastéis?
Explicando a Vilma la idea no muy alto para que nadie nos escuche, veo como abre los ojos de par en par, sorprendida, fascinada. Si esto fuera una viñeta de cómic, tendría el símbolo del dólar en sus ojos ahora mismo.
–Me duele decirlo por la parte de Gabriel pero... Sois unos... Genios. Yo cuando era pequeña quería ser igual que Cenicienta pero mi madre no me dejaba llevar mi disfraz a diario. –Susurra cogiendo la ropa. –Si piensan que es el estilo de las princesas Disney actualmente, todas y todos querrán llevarla.
–Nos llevó mucho tiempo pensarlo mientras tú te acostabas con la competencia. –La ataca Gabriel trasteando con su tablet, sin siquiera mirarla.
–Lo peor es que no puedo contestar a eso porque tiene razón.
Tras debatir sobre qué princesa estaría mejor entre la ropa que nos dieron, Gabriel hace unos pequeños bocetos que quedan increíbles. Varios grupos empiezan a levantarse de sus mesas porque han terminado mientras nosotros no hemos casi ni empezado a preparar la presentación de mañana. Elena San Luis se acerca a nosotros y mira la pantalla de la tablet con sus ojos azules llenos de curiosidad.
–¿Quién de vosotros va a exponer la idea? –Pregunta cogiendo una silla y sentándose con nosotros.
–Karma. –Contestan casi a la vez Gabriel y Vilma lanzándome a los leones, sin darme tiempo ni a responder.
Tener compañeros para esto...
–No sé cómo alguien tan cateto como Ignasi Puig puede tener un equipo de publicidad tan bueno como el vuestro. Las empresas siempre terminan muy contentas con vuestro trabajo y la verdad que tengo que darles todo mi soporte: sois increíbles. He seguido de cerca lo que hacéis y estaba deseando conoceros y que participaráis en el concurso, ver de primera mano de lo que sois capaces.
–Muchas gracias pero solo hacemos nuestro trabajo.
–No todos tienen vuestro talento, aquí hay demasiado cutre con la misma idea de que se pongan a niños con diferentes tallas cuando es algo que San Luis lleva haciendo desde hace años. –Suelta rodando los ojos. Entre el silencio, escucho la risa de Gabriel. Giro un poco la cabezazos para toparme las mejillas sonrojadas de Vilma. Tiene que estar muriéndose de vergüenza ahora mismo. –Querida, espero que mañana hagas un a gran presentación, aunque estoy segura de ello. Voy a ver a los demás concursantes, recemos para que haya más originalidad.
Con elegancia, se levanta de la silla dejando su fragancia a Chanel n°5 en nuestra mesa.
–¡Tengo una idea genial! ¿Y si usamos niños de todas las tallas? –Dice Gabriel riéndose entre dientes.
–Vete a la mierda, imbécil.

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Que No Te Pille El Karma
ChickLit[COMPLETA] Karma pensaba que su vida estaba resulta: trabajo estable, pareja estable, una gran cantidad de amigos... Pero todo eso, no es sinónimo de felicidad. Por eso, cuando llega Gabriel y descubre lo que despierta en su interior, se da cuenta...