Capítulo 51: Disecarlo

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Llegamos a su habitación y sin esperar  más tiempo quita mi blusa

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Llegamos a su habitación y sin esperar más tiempo quita mi blusa. Lo necesito. Acaricio su abdomen mientras besa mi hombro.

Quita mi sostén mientras bajo su pantalón, siento el colchón en mi espalda mientras aprieta mi cuerpo con el suyo.

Muerde y besa mis senos, rasguño su espalda y gruñe contra mi piel. La ropa interior desaparece y solo quiero que seamos él y yo.

— Yo también quiero estar contigo... — contesta lo que le dije hace unos minutos y entra en mi. Rodeo su cintura con mis piernas para darle más de mi.

Besa mi cuello y arqueo mi espalda. Aumenta las embestidas para darnos más placer. Llevo mis manos a su trasero y lo aprieto.

Muerdo su cuello exitada y me apega mas a su cuerpo. Dejo de beber de él y me siento al borde de llegar al cielo.

— Eres mía... — gruñe contra mi piel.

— No soy un objeto — gimo y lo siento sonreír sobre mi piel.

Sus estocadas se vuelven más intensas y profundas. Acaricia mi espalda apegándome más a él, mientras devora mi boca con la suya.

Lame mi cuello y aprieto sus hombros. Los gemidos de ambos se vuelven más fuertes hasta que explotamos.

Siento una corriente eléctrica pasar por mi cuerpo. Yo llego primero y luego él. Envuelve su mano en mi cabello para atrapar mi boca.

Lo beso como nunca bese a nadie. Todo es tan distinto con él, por él siento algo que nunca sentí. Da una última embestida que culmina el placer.

Se viene dentro de mi y su estupida sonrisa me pone nerviosa.

— ¿Que me hiciste? — le pregunto agitada.

— Eso debería preguntarlo yo, ¿no crees? — une nuestros labios. Su lengua y la mía tienen un intensa batalla.

Suena mi celular y gruño internamente.

— No contestes... — se mueve dentro de mi haciendo que pierda las fuerzas para contestar la llamada.




(•••)



Corro por los pasillos del instituto en busca de Bonnie. La llamada no pudimos ignorarla por mucho. Al parecer Elena recuperó la humanidad.

En fin.

Escucho los gruñidos de alguien y me dirijo a ellos.

— ¿Damon? — me acerco ayudarlo y quito la estaca de su abdomen.

— Gracias... enserio tuvo que venir él — ve a Klaus detrás de mi y asiento.

— ¿Donde está Bonnie? — le ayudó a levantarse.

— Está en los túneles, que están unidos al grill. Ese no es el único problema... Elena recuperó su humanidad pero tiene una ligera obsesión de asesinar a Katherine...

Sombra Petrova (Damon, Stefan, Klaus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora