-¿Donde está su hermana? -- pregunta el vampiro frente a mí.
-¿Hermana? No, tengo hermana -- respondo y él me observa.
•••
-¿Tengo una hermana? -- le pregunto y ella sonríe.
-Es cierto, la dulce Elena no sabe que tiene una hermana. Pues déjame decir...
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Una semana después...
Querido Diario:
Se que ha pasado demasiado tiempo. No quería escribir esto pero lo necesito. Hace una semana murió mi hermana. De nuevo ese vacío de perder a alguien llego a mi. Ni si quiera me pude despedir de ella. Solo pude hacer un funeral íntimo con solo nosotros.
Ella merecía más y por mi culpa todo acabo.
Luego la muerte extraña del consejo y el nuevo y misterioso cazador llamado Connor. Y lo peor de todo...me ocurrió lo que tanto temía me volví lo que tanto miedo causaba en mi.
Ahora soy un vampiro y odio serlo.
Cierro el diario con fuerza y limpio mis estupidas lagrimas. Estoy cansada de llorar, estoy harta de no saber controlar mi sed.
Harta de todo.
— Liss está cerrando las calles diciendo qué hay una fuga de gas. Eso nos dará tiempo para acabar con el cazador — aparece Damon y aviento el diario aún lado.
— Bien, ¿Que es esto? — preguntó mientras saca unos mapas.
— Esto nos dice dónde están los túneles del grill — saca una foto con su celular y lo guarda — Es hora de ir a matarlo — aparece Stefan.
Lo abrazo y el a mi. Su mirada está en Damon. Algo sucede.
— ¿Que sucede Stefan? — preguntó con miedo a la respuesta.
— Connor tiene a Jeremy, Matt y a la chica nueva del pueblo April como rehenes — el miedo se apodera de mi.
— ¡Que! ¡Tengo que ir por Jeremy! — ambos me detienen y trato de empujarlos.
— No Elena, tranquila es peligroso...
— ¡No me tranquilizo! ¡Es mi hermano! Y no voy a perderlo — aseguró a ambos.
— Confía en nosotros, lo sacaremos de ahí pero tú no irás — niego repetidas veces.
— Hey Elena, no pienso perderte a ti también — asegura Damon y Stefan se acerca.
— Te protegeremos Elena, lo haremos por Ellie — besa mis labios y respiro hondo. Miro a Damon y se que también le duele la muerte de Ellie.
A todos nos duele.
— Voy a matarlo — gruñe Damon y justo cuando va a irse Stefan le clava una jeringa de verbena.
