T|rece

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Afuera está lloviendo, y dentro de la casa de los Jung el silencio asombrosamente reina. Lo justo para un domingo con lluvia, claro. Obviamente los niños no van a poder salir con NamJoon, el clima no les permitiría jugar a cómo siempre hacen.

ChimChim y TaeTae están viendo por una de las ventanas de su habitación como las grandes gotas caen descontroladas contra el asfalto. Escuchan el rugir del viento y se estremecen al sentir el frío viento colarse por la rendija de la ventana. Tienen puestos sus pijamas; el de ChimChim es amarillo, y el de TaeTae es azul con rojo. Ambos suspiran al mismo tiempo, viéndose después por haber conectado su acción.

Abulido, ¿vedá? —dice TaeHyung haciendo un puchero después.

—Ajá —contesta JiMin, asintiendo. Él ha estado pensando un pequeño plan… ¿Se metería en problemas? ¿Qué tan malo puede ser?—. Tengo una idea, TaTa —dice cambiando su apodo porque a veces las palabras se le enredan en su lengua y simplemente no salen las palabras que él está pensando.

—¿Eh? —suelta TaeHyung curioso, viéndolo a los ojos—. ¿Qué?

—Ven —le dice JiMin extendiendo su mano hacia él—. Vamosh.

—¿Dóne? —pregunta pero sujetando su manito entre la suya.

—A la habitación de appa —susurra—. Shhh… —indica poniendo su dedito índice en medio de su boca—. No vayas a decir nada.

TaeHyung asiente estando de acuerdo. ¡Están en una misión súper importante!

—Somos eshpíash —murmura cuando están en el pasillo.

JiMin asiente. Él no quiere jugar ahora a eso, pero lo haría por su hermanito. Sabe que puede ponerse a llorar y arruinar su plan.

—Los espías no hablan —susurra JiMin—. Así que shhhh…

TaeHyung vuelve asentir con una sonrisa en sus labios. En su mente parece que todo ha cambiado, ellos no están en su casa, ¡están en un edificio maligno en busca de información! Porque eso hacen los espías, buscan cuidadosamente, sin ser vistos.

TaeHyung suelta la mano de su hermano y se coloca contra la pared. Viendo hacia ambos lados del pasillo esperando no ser descubierto o su vida estaría en peligro. JiMin lo mira perplejo, pero después de llevar una mano a su frente masajeándola como había visto hacer a su papá ciento de veces, toma la misma posición de su hermanito.

Una música inunda su imaginación. El reloj imaginario en su muñeca le indica a JiMin que no tienen mucho tiempo así que poco a poco, pegados a la pared avanzan hasta la habitación de su padre. Se detienen cuando llegan a la gran puerta de madera que para ellos es de metal y con grandes candados.

—Tiene seguridad —anuncia JiMin viéndola de arriba – abajo.

—Déjame intentalo —dice Tae acercándose al picaporte y tomándolo entre sus dos manos colocando su oreja contra la puerta; escuchando.

Una vuelta por aquí y otra hacia el otro lado, y un click se escuchó. La puerta ha sido abierta. El oído del increíble agente TaeHyung nunca falla.

—Shh… —dice JiMin delicadamente mientras abre más la puerta asomando su cabezita a la habitación. No hay nadie.
O su papá está en el baño o ya ha bajado a la cocina, espera que sea lo segundo.

—No hay enemigos aquí —susurra viendo nuevamente a su hermano.

Ambos entran con pasos firmes pero silenciosos e inmediatamente escuchan como el grifo del baño es abierto.

«¡Papá (no) quiere una cita!» [NamSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora