T|reinta [FINAL]

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Los descubrimientos de Jung HoSeok

Ir a terapia no es fácil incluso si ya has decidido hacerlo, estar parado frente a la puerta de un consultorio que a simple vista se ve frío y extraño causa una sensación en tu pecho y tu estómago parece tener un torbellino dentro. Es como HoSeok se está sintiendo, sus palmas sudan así que hace lo posible porque no se note y las limpia en la tela de su pantalón. 

NamJoon se percata del nerviosismo del contrario por lo que atrapa su mano con la suya sosteniéndola con amabilidad, le dedica una sonrisa genuina mientra intenta transmitir tranquilidad con la mirada.

HoSeok mira el agarre fuerte que hay entre ellos y sonríe ligeramente. Hay algo profundo en ese detalle que aún no puede descifrar o no se siente listo para aceptarlo por lo que no emite palabra alguna hasta que la secretaria le informa que puede pasar. Sin embargo, se tarda unos segundos en comprender la orden y se levanta aún tomando la mano ajena. NamJoon sonríe, pero delicadamente desliza su mano de la contraria haciendo que este se gire a verlo con cara asustada. 

—Seguiré aquí para cuando salgas —informa NamJoon y HoSeok lo agradece internamente. No quiere verse como alguien necesitado o molesto, por lo cual evitó hacer cualquier tipo de oración que involucrase algo así. 

HoSeok asiente en compresión, toma un poco de aire y comienza la caminata hasta el consultorio que de repente se ve más frío y extraño que antes. Cuando la puerta es cerrada detrás de sí, HoSeok puede sentir dos emociones distintas pero al mismo tiempo fusionándose en su pecho: miedo y libertad. 

El miedo lo envuelve como un viejo amigo, lo abriga bajo su manto oscuro y le susurra al oído las cosas que jamás será capaz de hacer como ir nuevamente a pasear con sus hijos al parque, jugar bajo la lluvia, hacer galletas o ir a la playa. Lo tiene sujeto de ambas manos haciendo imposible que pueda retirarlo, pero mientras todo lo demás esté libre él seguirá intentando.

La libertad es algo que siente en su pecho, se expande tan grande y purifica cada rinconcito de su ser desde dentro. Recorre desde la puntas de los dedos de sus pies hasta el último cabello de su cabeza, y hace que respirar le sea más fácil ahora. Parece que está renaciendo con cada inhalación y saca la basura con las exhalaciones. Mientras su corazón siga latiendo tan fervientemente, la libertad seguirá atrayéndolo a su despertar, eso es seguro. 

—Hola —dice sentándose enseguida con su cabeza en alto.

En cuanto el psicólogo le sonríe mientras le cuestiona que lo ha traído ahí sabe que tendrá que desempacar su corazón para hacerlo más ligero. Inesperadamente ese pensamiento no lo aterra, quizás le duele un poco todavía, pero sabe que podrá hacerlo.

Está dispuesto a hacerlo.

* * *

Los días continúan siendo difíciles para HoSeok, a veces se levanta en medio de la noche asustado porque ha soñado con ella y no sabe porqué. Gotas de sudor recorren su frente y rápidamente va hacia el baño para despejarse un poco. Estar en casa nunca le ha sido tan complicado como ahora, y dormir en aquella cama donde un lado está vacío le duele terriblemente dentro de su alma. No tiene las agallas aún para decirle a NamJoon que se quede a dormir una noche, ni siquiera sabe qué piensa al respecto de todo lo que ha sucedido. 

Va directo hacia las sábanas para envolverse con ellas, algo dentro de sí se quiebra un poco más porque realmente quiere un abrazo, pero no sabe cómo pedirlo ni siquiera está seguro si sus hijos, NamJoon o JungKook lo tomarían a bien si les comentase sus pensamientos. Él no quiere seguir estorbando, causando problemas, se supone que la terapia es para eso no para seguir sintiéndose mal y culpable, al menos desde su punto de vista. Cierra sus ojos para intentar dormir, pero no lo consigue. Su mente lo sigue llevando a lugares y escenas que realmente desea borrar. 

«¡Papá (no) quiere una cita!» [NamSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora