¡Holaaaa!
Para las personas que me acaban de conocer por esta historia: Hola, mucho gusto. Soy Lali-to. Aunque Lali está bien, ¿de acuerdo? ;)
No tengo palabras... Bueno, sí las tengo. Estoy muy agradecida por todo el continuo apoyo y el amor que le han dado a «Papá (no) quiere una cita».
Esto de escribir agradecimientos al final quiero hacerlo mi costumbre. Así sucedió con «Háblame», y así será con mis futuras historias, pues me permite explicar el surgimiento de las ideas y cosas en general que me encantaría que ustedes supiesen.
Esta historia comenzó porque en ese momento de mi vida estaba lidiando con algunos problemas familiares, además en mayo del 2018 yo me sentía muy miserable, y así siguió hasta diciembre. Se extendió hasta febrero de este año. Resulta que ir de fiestas y luego regresar a casa a llorar no tiene ningún sentido, incluso parece de película. Jamás creí que esto me sucedería a mí, al menos no de esa forma, pero fue así. Siempre he tenido estos pensamientos que te envuelven tanto que después no sabes cómo avanzar, realmente me sentía tan mal, que incluso llegué a preocupar a mis amigos.
El motivo principal que originó esto fue porque tuve el pensamiento de cuánto esfuerzo estaba haciendo mi madre por apoyarnos, a mis hermanos y a mí. Me sentí terrible. Mi madre estaba sufriendo y no sabía cómo consolarla, eso me hizo sentir peor. Me sentí más miserable cuando ella y yo comenzamos a tener problemas para relacionarnos.
Así que un día tomé mi celular y comencé a escribir una manera de cómo se sentían los padres al no comprarse sus cosas favoritas por dárselas a sus pequeños o situaciones parecidas. Por eso en el primer capítulo podemos leer a HoSeok de esa manera, un tanto caprichoso y egoísta. Quería proyectar lo que los padres suelen pensar y/o sentir. Espero que haya resultado.
Después la historia tomó un giro extraño por Iseul, y funcionó para mí porque fue la manera en la que representé mi tristeza, ¿saben? Es algo muy personal. Iseul siempre fue y es tantas cosas, posiblemente la encuentres en otras de mis historias y One Shots; porque ella es mi musa ficticia que me ayuda a liberar todo el estrés, ansiedad y tristeza contenida.
Todos tienen una Iseul, un fantasma del que aparentemente no queremos liberarnos. Pero tiene que llegar la liberación algún día, ¿no? Así como HoSeok lo hizo.
En el transcurso de esta historia viví momentos nuevos con mis amigos de la universidad y de la infancia que me hicieron aprender muchas cosas, y conocí a una profesora con la cual estoy muy agradecida. La versión corta es que debido a ella pude escribir mejor la conexión de JiMin y TaeHyung con su padre.
Esta historia tiene muchas, muchas cosas que estaba atravesando a lo largo de estos meses. ¡Y no puedo creer que me haya tomado como un año entero terminarla! Y mejor aún, ¡que ustedes hayan continuando la lectura!
Tuve diversas fuentes de inspiración y ayuda, a veces debía investigar acerca de alguna cosa para tratar de ser lo más específica posible. No lo sé, solo me es gratificante que les haya gustado.
Además, en los últimos capítulos tuve problemas para escribirlo, puesto que no me sentía de lo mejor, sin embargo de alguna manera y con el apoyo de mis amigos pude salir adelante nuevamente.
—En relación con el último capítulo escribí esto puesto que es lo que sentí—
Tuve muchos problemas para terminar este capítulo, siendo el final, yo creí que me resultaría fácil mas no fue así. Déjame explicarte:
Esta historia representa todo lo que soy, lo que fui, y de alguna manera lo que seré. Ya que está basada en personas reales, me ha costado trabajo superar mucho que aquellas personas en las que me inspiré no puedan tener un propio final feliz. Es allí donde entra mi confusión, yo no creo en los "finales felices" al menos en la vida real. Para mí la felicidad es momentánea, pequeñas situaciones que te hacen apreciar la belleza de la vida a pesar de las crisis, horrores, y demás tristezas que podemos encontrar en nuestro camino.
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«¡Papá (no) quiere una cita!» [NamSeok]
FanfictionJung HoSeok ha decidido poner fin a su luto y buscar a alguien otra vez. Alguien a quien pueda amar y ame a sus hijos tanto como él lo hace.