E|xtra

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Antes de leer. Va en sentido con la historia, sólo  que estos extras contarán lo que pasó. Quise ponerlo como extras porque me pareció kúl, y quería hacerme notar. 😎

¡Gracias por leer!

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Semanas atrás…

A HoSeok siempre le ha gustado salir de vacaciones. Recuerda cuando iba con sus hijos en compañía de su esposa y pasaban horas y horas en la playa. Jugando con la arena, el mar, encontrando pequeñas conchas de mar y colocándolas en los oídos de sus pequeños para que escuchasen el sonido mítico de las olas encerrado en esa pequeña cosa. Iseul los miraba con tanta ternura que era imposible explicar cómo lo hacía y no se quedaba sin nada, porque su mirada parecía darlo todo a esos tres hombrecitos que eran la clave de su vida.

Lo recordaba todo como si hubiese sido ayer que habían ido por última vez a la playa, aquella vez fue especial. Habían acordado quedarse por dos semanas, y HoSeok debía aprovechar la suerte de que en su trabajo su jefe le estaba dando permiso porque de alguna manera se lo había ganado.

Cuando llegaron al hotel y se instalaron, sus hijos ya estaban más que emocionados por ir. Aún recuerda cómo de pequeños y tiernos eran, aunque lo siguen siendo, sólo que se han vuelto más revoltosos. Los pequeños pasitos que daban no eran suficientes para los largos pasos de HoSeok así que debía cargarlos, por lo general, recibía ayuda de Iseul, quien solía llevar a JiMin. Toda una familia feliz.

HoSeok aún lo recuerda. Eran momentos felices, alegres, llenos de amor y ternura, ¿cómo lo olvidaría? La única forma de que eso ocurriera era la muerte. Había noches después del fallecimiento de Iseul, en la que se encontró a sí mismo soñando esos largos días de playa y sol, la bonita sonrisa de su esposa aparecía en medio de esos sueños, los pequeños piecitos de sus hijos marcados sobre la arena y los intentos de castillos fallidos a los que orgullosamente les tomó fotos.

Lágrima tras lágrima se deslizaba por las mejillas de HoSeok cuando NamJoon salió y cerró la puerta. ¿Qué le estaba ocurriendo? Simplemente no aguantó más y explotó en el peor momento, pero… ¿Justamente tenía que ser en ESE momento? Miró alrededor y encontró a sus hijos que seguían observando por la ventana, tan ensimismados, emocionados. No podía permitirse que lo viesen abatido, hecho un mar de lágrimas que sabía no podía ni quería explicar, así que fue directo al baño y cerró la puerta con cautela. Se miró al espejo percibiendo cada detalle de su triste rostro y frunció sus labios formando un triángulo parecido a un puchero. ¿Hace cuánto no lloraba de esa forma? Mejor dicho, ¿hace cuánto que no lloraba? Con los dorsos de sus manos se limpió sus ojos y talló fuertemente para quitar todo rastro de agua. Sus ojos quedaron rojos, al igual que su nariz.

—Mírate —se dijo a sí mismo—. ¿Por qué estás actuando como un niño? ¡Cielo Santo! ¡Tienes treinta años! Eres un adulto. Un adulto. —Su dedo índice señalaba su reflejo en el espejo mientras su cara mantenía una expresión de molestia—. Menudo adulto que soy —rió con sorna—. ¿Estarías decepcionado, Iseul? ¿De mí, de lo que me he convertido? —le preguntó a la nada, cuando sus hombros estuvieron caídos y su expresión fue de cansancio—. Seguramente lo estarías. Este no soy yo. No sé a dónde ir, no sé lo que estoy haciendo.

Un suspiro salió de sus labios, probablemente el más grande y pesado que haya tenido en toda su vida. Repleto de ansiedad, soledad y tristeza, pero también lleno de anhelos y deseos frágiles. Abrió el grifo, arrojó agua a su cara para tratar de darle un mejor aspecto, y salió a ver a sus hijos.

No estaban ahí.

El corazón de HoSeok dio un vuelco tan potente que su pecho dolió, su boca se abrió y sus ojos se pasearon por todo lo que tenían a su alcance. No había nadie aparte de él.

«¡Papá (no) quiere una cita!» [NamSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora