Se movían con gracia, mecidas por el viento.
De niño me gustaba pensar que la ropa allí tendida no era más que las velas del barco que yo, capitán, dirigía.Nunca pensé que volvería tras la mudanza y, sin embargo, el sueño de color me atrapó de nuevo. El edificio seguía igual que antes, me atrevería a decir que lo único que había cambiado después de tanto tiempo eran las flores asomándose tímidamente en los balcones, no obstante vi salir a una persona del portal y me dí cuenta de que la tripulación de mi antiguo navío, aquellos que aun se aparecen en mis infantiles recuerdos, seguramente hubiesen desembarcado, al igual que hice yo, en otra tierra.
Fue entonces cuando una sensación de nostalgia me golpeó el pecho. Miré hacia arriba, hacia el carnaval en ascension sujeto con pinzas a los tendederos y sentí como este se desteñía en mi corazón, como el sol que con tanta fuerza brillaba nos había descolorido solo un instante antes de brindarnos el rayo alegre a través de las telas en el cielo suspendidas.
Sonreí y bajé la mirada. Cerré los ojos y dejé que el ambiente me volviese a abrazar. Seguían oyendose conversaciones a través de las ventanas y a lo lejos alcancé a escuchar la voz de una mujer cantando acompañada de lo que me parecía un murmullo, seguramente de la radio.
Olía a comida, a paella. Me rugieron las tripas.Abrí los ojos y me quedé un rato más admirando cómo la escena congelada de mi infancia, con el calor, volvía a cobrar vida; después, susurré una despedida y, como el sabor dulce de aquellas meriendas de juegos y chocolate que nunca olvidaré, con la extraña sensación de que me había quedado atrapado en el tiempo, me fui.
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RAMAS ENCORVADAS: historias y desvaríos en flor
Short StoryCuenta la leyenda que si besas la áspera corteza de una rama encorvada, nace una flor y sus pétalos, al volar, narran historias. ¡Besa este tronco y lo descubrirás! Hay muchas historias, desvaríos, opiniones y maravillosos desastres a punto de flore...