Te habías arrodillado para recoger la estrella lejana que reposaba en el agua. Te resignaste a bajar porque el cielo era demasiado alto. Míraste el corazón brillante del astro y te dejó ciego. En aquella oscuridad te acercaste la electricidad al pecho y te sentiste tan arriba, tan arriba...
No te habías dado cuenta de que la estrella se había arrojado como un ángel caído para morir en la tierra. No quería salvarse ni que la salvases, solo quería hundirse en el océano; y tú, creyéndote divino la volviste a colocar junto a la Luna. Ella se sintió un puntito y tú te sentiste estrella y como estrella quisiste caer del cielo al no resplandecer tanto como la Reina Blanca.
Y así se lanzaron los cuerpos celestes a los despeñaderos del mortal. Dios había muerto. Solo estaban ellos, desnudos, frágiles, sin luz, mirándose el uno al otro sin ver nada salvo el terrible vacío, condenados al pesimismo cósmico.
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RAMAS ENCORVADAS: historias y desvaríos en flor
Short StoryCuenta la leyenda que si besas la áspera corteza de una rama encorvada, nace una flor y sus pétalos, al volar, narran historias. ¡Besa este tronco y lo descubrirás! Hay muchas historias, desvaríos, opiniones y maravillosos desastres a punto de flore...