Soñé un sueño mucho ha. Te volví a ver.
Flotabas como un barquito sobre las aguas verdes como tus ojos llenos de algas. Recuerdo tu cara pálida de porcelana, jarrón decorado con flores silvestres, árbol muerto con musgo y humedad entre las ramas. Recuerdo tu risa, un murmullo enloquecido y un llanto en tu pecho, Ophelia, que callabas en lágrimas y rocío del alba. En silencio tu voz estaba, mas no dejabas de hablarnos con tu mirada alada. Surcaste cielo y tierra, ilusiones y recuerdos sucediéndose en la eternidad de tu figura, en tu sangre aún contenida en esas finas venas que te hacían cada vez parecer más azul, más frágil y más divina.
Yo, que desde la cumbre de un manzano quise bajar como serpiente, pero solo pude ser mariposa, recorrí tu trayecto río abajo con la mirada. Cada aleteo era más y más agua, te sumergías en el remolino de la nada, intentando tocar el abismo con tus yemas arrugadas. Tus vestidos se derretían como la cera de una vela y esculpían tu belleza. Venus tembló de envidia y así hizo el viento tras mis alas, silbando en tu oído una dulce nana para que poco a poco te adormecieses y olvidaras que Hamlet no te amaba, que estabas perdida en la corriente y que siempre has estado ahogada. Así versaba la primavera perfumándote el cuerpo a punto de abandonar el alma. Un pez te besó los dedos de los pies y juro que una ninfa la mejilla te acariciaba, mas tu aliento fue raptado por el bosque, por Hades y por las algas.
Los juncos se movían y tu cuerpo perecía inerte entre las retamas, que a tu muerte, se asomaban. Me posé sobre tu nariz de nieve y me metamorfoseé en el gusano que era para comer tus entrañas y hundir tu estatua. Otras hadas, mientras tanto, te trenzaban los cabellos empapados de nostalgia.
De tu boca nació una orquídea y se enroscó en tu lengua, el hado te concedió ser leyenda y a mí me hizo musa para soñar y hacer soñar a quienes cultivan tus margaritas y tus violetas nadando en tempestad.
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RAMAS ENCORVADAS: historias y desvaríos en flor
Short StoryCuenta la leyenda que si besas la áspera corteza de una rama encorvada, nace una flor y sus pétalos, al volar, narran historias. ¡Besa este tronco y lo descubrirás! Hay muchas historias, desvaríos, opiniones y maravillosos desastres a punto de flore...