En un mundo donde Yoongi, 25 años, y Jimin, 23 años, no tienen para nada previsto lo que el destino les depara, pero harán lo posible por estar juntos.
Taehyung y Jungkook unidos por algo tan sencillo como el trabajo, pero que pronto se convertirá e...
Cita; esa palabra resonaba una y otra vez dentro de mi cabeza desde que se había escapado de mis labios. ¿Y si Taehyung pensaba que era raro? ¿Y si luego de eso ya no quería salir conmigo? ¿Y si se empezaba a alejar de mi? ¿Y si perdía todo lo que había avanzado? ¿Y si él también lo veía así? ¿Y si yo le gustaba a él? ¿Y si se daba cuenta de lo que sentía? ¿Y si así correspondía mis sentimientos? Todos mis pensamientos fueron interrumpidos por el chico castaño que tenía al lado. -Ciertamente...disfruto estar junto a ti- dijo en un tono prácticamente inaudible y con notorio rubor en ambas mejillas. Logré escuchar eso. Ahora me sentía aliviado. -Yo también lo hago- respondí con un tono similar al suyo y pude notar como rápidamente toda su cara tomaba un tono rojizo, más aún; desde sus adorables cachetes hasta sus dulces orejas. Y estaba casi seguro de que yo era el causante.
Narra Taehyung
Tal vez realmente era un cita. Así que decidí responder positivamente. Y la reacción que tuve de mi contrario fue aún mejor. Podía sentir como todo mi cuerpo ardía y mi corazón latía aceleradamente. Pero no podía dejar que él azabache lo notara. No aún. Aunque bueno, es verdad qué hay una posibilidad de que él sepa sobre mis sentimientos, él es muy inteligente y sé que no es difícil deducirlo, obviamente no se lo dije directamente, pero le di muchas señales porque al fin y al cabo quería que él me correspondiera. Y si algún día me reclamaba sobre algo, podría escudarme en que él había malinterpretado todo. Era la estrategia perfecta. Continuando con la cita, terminamos yendo al cine de la plaza. Escogimos una película y tuvimos que esperar. Durante ese tiempo, fuimos a una cafetería aledaña al cine y ordenamos unos cafés. Jamás olvidaré lo que dijo mientras bebíamos lo que ordenamos. -Este café es tan dulce. Me encanta- dijo el azabache mientras daba un gran sorbo. -¿Es así?- respondí mirándolo curioso. -Si, pero no más que tú- versó y se levantó a tirar su, ahora vacío, recipiente del café. ¿Realmente había dicho eso? ¿No estaba soñando?
Narra Jungkook
¿Realmente había dicho eso? Pues si, y no me arrepentía, de hecho, aprovecharía cualquier oportunidad que se me presentara para mandar indicios de mis sentimientos. Quería que Taehyung se diera cuenta pronto sobre lo que sentía y poder tenerlo solo para mi; durante el recorrido en la plaza pude ver como unas cuantas personas, hombres y mujeres, se le quedaban mirando e incluso algunos querían acercarse, pero todas esas veces yo pude ahuyéntalos. Debo admitirlo, estaba celoso de completos desconocidos y lo peor es pensar que ni siquiera éramos nada. No tenía motivo y no podía simplemente reclamarle algo. Aunque quisiera hacerlo con todas mis fuerzas. Es verdad que podía hacerle uno de esos dramas que se hacen los mejores, pero no quería que pensara que era un niño infantil o algo así. Luego de que terminara la espera, entramos finalmente al cine, había escogido cuidadosamente los asientes y para fortuna mía, aún había asientos dobles, así que compré esos lugares. Alejados, en un asiento doble, en una sala oscura, con poca gente, palomitas, bebidas, botanas, nachos, una gran película, y la compañía de la persona que me gustaba ¿podría haber algo mejor? Claro que podría, y eso sería que ambos sintiéramos lo mismo, pero todo a su paso.
Narra Taehyung
Entramos a la sala y nos sentamos en nuestros correspondientes asientos, los cuales eran dobles y estábamos alejados de la poca gente que había en la función; eso me alegraba. La película era entretenida. ... ¿A quién quiero engañar? La verdad es que estaba tan nervioso por la penetrante mirada que había plantado sobre mi él azabache. No podía concentrarme. No en esa situación. No así. Cuando él dejaba de mírame, ahora era yo quien lo miraba, aunque debo decirlo, yo si tenía un poco más de discreción. Pude así, observar su hermoso y perfecto rostro, adornado por unos labios hermosos, un par de ojos penetrantes y dulces a la vez, unos cuantos mechones que caían sobre su frente, su fina nariz. Todo. En una de esas miradas, nuestros ojos se encontraron, y él me sonrió. La sonrisa más hermosa que había visto, que me derretía y me encantaba. El hizo señas indicándome que le recargara sobre su hombro; yo dudé un poco, pues tal vez estaba malinterpretando sus acciones, pero al final lo hice. En ese momento, una agradable calidez recorrió todo mi sistema, acompañada de un escalofrío. ¿Y si también le gustaba? ¿Y si lo malinterpretaba todo? ¿Y si ya sabía teníamos los mismos sentimientos? ¿Y si solo estaba jugando conmigo? ¿Y si era alguien especial? ¿Y si era así con todos? ¿Y si llegábamos a ser algo más? ¿Y si me dejaba?
¡Perdonen la tardanza! Pero no había tenido tiempo. Espero que les haya gustado, me alegraría mucho saberlo. Gracias por leer. ♥️
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