Carlisle Cullen

Capítulo 3

Crucé despacio el pasillo mientras respiraba hondo, esperé un poco antes de abrir la puerta, estaba muy nerviosa, pero ya no sabía si era por volver a ver a mi padre o por el encuentro con el Doctor Sexy, quería creer que por ver a mi padre, yo no era una adolescente hormonada, más bien todo lo contrario, odiaba salir de fiesta lo mío era quedarme en casa viendo la tele o leyendo un buen libro.
Decidí que ya era hora de abrir la puerta, no me molesté en tocar antes de abrir, porque aun que estuviera ocupado yo misma me encargaría de hacerme un sitio en su vida, estaba aquí para quedarme y no pensaba dejar que me ignorase como si no fuese nada para él.
Al cruzar la puerta me quedé muy sorprendida, no era nada a cómo me lo había imaginado. Mi padre estaba sentado sentado detrás su escritorio, estaba tal y como lo recordaba, pero detrás de él la pared estaba llena de dibujos, los dibujos que yo le hacía cuando era pequeña y aun venía a verme a España, pero no solo había dibujos, encima de su escritorio había dos portarretratos, uno con una foto de los dos cuando era pequeña, en ella teníamos una gran sonrisa en nuestros rostros, recordaba esa foto, era de una de sus últimas visitas, lo pasáramos muy bien, me había llevado a la playa y habíamos estado toda la tarde jugando con las olas y la arena. La otra foto era mía, solo yo, era de hace poco tiempo, pero no recuerdo habérsela mandado. Aunque a decir verdad lo extraño para mí no es que tuviera esa foto, lo extraño que es que tuviera su despacho, su lugar de trabajo, lleno de fotos y recuerdos de una hija a la que llama una vez cada mucho tiempo.
Sabía que me había quedado en la puerta con la boca abierta y los ojos fijos en la pared que tenía detrás, pero no podía evitarlo, era demasiado extraño.
Una vez que pude reaccionar lo miré a él, mi progenitor, al que no veía desde hace mucho, él tenía la misma cara de sorpresa que yo, pero no entiendo muy bien porque, se supone que él sabía que yo llegaba hoy.