Tenía razón, el paseo por el pueblo fue más buen corto, era diferente, pero no tenía demasiadas cosas. En menos de un par de horas ya estábamos de vuelta en casa.
Pero como no tenía ninguna otra excusa para pasar más tiempo con él, tuve que dejarlo irse.Fue una noche extraña, era raro dormir en una cama nueva, en una casa nueva y completamente sola. Pero estaba tan cansada que realmente no fue un gran problema.
Eran las 12 a.m. cuando me levanté al día siguiente, en un par de horas debería comenzar a preparar algo de comer para mi padre, solo esperaba que de verdad se levantase a las 3 como dijo.
A las 2 decidí ponerme ya a preparar la comida, estaba realmente aburrida, no sentía la casa como mía, por lo que no era capaz de relajarme como haría en casa.La nevera era un caos, al parecer los gustos de mi padre en comida eran casi lo opuesto a los míos. Me decidí por lo fácil y a las 14:30 metí un par de pizzas pre-cocinadas en el horno.
Eran las 15:10 cuando escuché los pasos de mi padre en las escaleras, aún venía con cara de dormido, y se sorprendió cuándo vio la comida y la mesa puesta, supongo que no se acordaba de que tenía una hija viviendo con él.
-Buenos días papá.
Sonriendo me dio un beso en la frente.
-¿No serían buenas tardes?
-Supongo, pero tú acabas de levantarte, por lo que es un nuevo día.
Solo me sonrió y meneó la cabeza, como diciendo "si tú lo dices".
-Bueno, venga, a comer, que me estoy muriendo de hambre.
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Carlisle Cullen
VampireYa estaba contando los días para poder volver a casa cuando mi mirada su cruzó con la suya. En ese momento caí. Lo supe, estaba perdida, no volvería a casa.