Capítulo 10

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Fue una comida tranquila, mi padre no habló demasiado y yo no sabía como iniciar una conversación con él.
-¿Quieres ir a dar una vuelta por el pueblo? Para conocerlo. -me preguntó mientras secaba los platos.
-Vale, pero hay algo bueno que quieras enseñarme, porque ayer fui con el doctor Cullen a echarle un vistazo al pueblo y realmente no tiene mucho.
-Si ya as visto el centro del pueblo podemos ir a la Push.
-¿La Push?
-Es una playa que hay en la reserva quileute. Podemos ir si quieres.
-Genial, me encanta la playa, he pasado todo el pasado en la playa, iba a echarlas de menos, pensé que no había una cerca. ¿Porque no me lo diría el doctor Cullen?
-No lo sé, pero no se lleva muy bien con los quileutes, no han venido por el hospital desde que él entró a trabajar.
-Que raro.
-Supongo, ¿entonces vamos o no?
-Claro que si -respondí de prisa. -me pongo el bañador, cojo la toalla y nos vamos.

Fue divertido ir a la Push, mi padre también se puso el bañador y estuvimos metidos en el agua un montón de tiempo. Fue una tarde maravillosa.
Al día siguiente volvimos, pero esta vez para explorar la reserva, todo el bosque y también para encontrar otras playas.

La última semana de agosto y las dos primeras de de setiembre pasaron en un borrón, entre la playa, el jardín y la autoescuela, después del curso intensivo finalmente tenía el carnet para empezar el curso.
Pero por extraño que parezca eché de menos al doctor Cullen, no lo conocía realmente pero casi todos los días me encontraba pensando una o dos veces en el, simplemente pensando en que estaría haciendo o si él también pensaba en mí.

Al final, un par de días antes de empezar el curso me arté de pensar en él y decidí ir a verlo, pero para no ser tan descarada decidí preguntarle a mi padre si podía usar su coche un día en el que sabía que tenía que ir a trabajar.
-¿Me dejas tu coche? Quiero seguir practicando antes de que comiencen las clases.
-Hoy no, sabes que trabajo, tengo que usar el coche.
-Pero puedo llevarte yo y luego ir a dar una vuelta con el coche.
-¿Y cómo vuelvo yo a casa?
-Después de practicar un poco te devuelvo el coche. Venga di que sí.
-¿Y cómo piensas volver tú a casa?
-¿A que hora acaba el turno del doctor Cullen? Podría traerme él. - respondí después de un rato como si se me hubiese ocurrido en ese momento.
Pero a mi padre no pareció gustarle mi gran idea porque puso un gran ceño fruncido.
-No vamos a molestar al doctor Cullen porque te apetece conducir un poco, ya lo harás mañana.
-Pero seguro que no es molestia, le caí muy bien, seguro que no le importará.
-No mes gusta.
-Bien, entonces vuelvo andando, que más da, sólo serán un par de horas.
-Eres imposible. -respondió mientras me daba una mirada dura.
-Me lo tomaré como una "sí, puedes pedirle al doctor Cullen que te traiga" -dije imitando su voz mientras me iba despacio de la cocina, solo para echar a correr después de gritar un "GRACIAAAAS".

Carlisle CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora