Capítulo 15.

4.6K 360 13
                                    

Capítulo 15:

“El colegio estaba rodeado de enormes llamas de fuego naranjas, desde el lugar en el que estaba, sentía la intensidad del calor. Miré hacia ambos lados, estaba sólo yo. Visualicé a Chaz, quien estaba tratando de detener el fuego con el hielo, pero era algo inútil, el fuego continuaba siendo igual de intenso. Traté de correr a ayudarle, pero no podía, algo impedía que mis pies se movieran. Miré la entrada del colegio, ahí estaban los alumnos más pequeños, todos tenían entre 9 y 11 años. Daai y Omi los estaban sacando del colegio, mientras que los pequeños las miraban aterrados. En ese momento pensé en Justin, ¿Dónde está? ¿Se encuentra bien? ¿Qué es lo que está sucediendo? Pero por más que lo buscara con la vista, no lograba verlo. El corazón comenzó a latirme rapidísimo. Sentía que dentro de un momento, tendría alas y se iría volando. Me di media vuelta, ya que escuche unas cuantas voces, y miré a Justin, quien apuñalaba a uno de los hombres que estaban ahí, el hombre cayó al piso, muerto. Otro hombre, tomó a Justin por dé tras y di un grito ahogado. Justin, se dio media vuelta, ágilmente y apuñaló a ese hombre por dé tras, ¿Qué sucedía con Justin? ¿Por qué mataba así a esos hombres? Me acerque a él, diciéndole que se detuviera, pero me ignoró. Mató a los últimos dos hombres que habían ahí y quedamos sólo él y yo. Él, se acercó hacia mí, con lágrimas en los ojos. Me besó fugazmente en los labios y me susurró al oído “Te amo”. Se separó de mí, y encajó aquel puñal de plata en mi vientre. Todo se volvió oscuro, y logré escuchar un grito de desesperación a mi lado. Justin, me tomó en brazos y comenzó a llorar a mi lado, sentía sus lágrimas caer sobre mis brazos…”

Abrí los ojos y me senté de golpe, miré a mí alrededor y estaba en la enfermería del colegio. Miré mi vientre, y estaba sano y salvo. Suspiré, aliviada. Comencé a recordar todo, me había desmayado, fuera de la oficina de Rayne. La enfermera, se acercó a mí y revisó mi pulso, todo estaba en orden. Miró mi brazo fijamente, y una luz roja brotó de sus ojos. Eran rayos X. 

-Tienes mucha suerte cariño, no te rompiste el brazo. –Me dijo, mientras que tomaba algunas notas.

-¿Romperme el brazo? Sí sólo me desmayé. 

-Caíste sobre tu brazo, y pudiste habértelo roto. 

-Ah.

-¿Crees poder irte ya a tu habitación? Pareces estar bien.

-Sí, eso creo. –Me puse de pie torpemente. 

-Salúdame a tu novio, es un buen muchacho.

-¿Mi novio? 

-Sí, un chico apuesto de ojos miel. 

-Justin, él no es mi novio. –Eso quisiera, pensé.

-¿Ah, no? Lo lamento, es que, cuándo te trajo, no dejaba de mirarte. Y como te miraba…parecía como sí un ciego observara por primera vez la luz del día. –No pude evitar sonrojarme, ¿En serio Justin me había mirado así? 

-Este…muchas gracias. La veré luego. –Salí de la enfermería, aún con pasos torpes.

Era de día, lograba ver el sol a través de la ventana del pasillo. La enfermería se encontraba cerca de la biblioteca. Caminé hacia el patio, con dificultad. Fuera, me encontré con Rayne, ella estaba de pie y varios alumnos quienes estaban sentados sobre el césped, ellos eran los alumnos mayores, lo supe, ya que me encontré con la cara de Ryan. Seguramente Rayne les explicaba todo. 

Entre todos esos rostros, busqué el de Justin, pero, él no estaba ahí. Refunfuñé y comencé a caminar hacia ellos. Hasta qué, alguien me tomó por atrás, tomándome por la cintura y dándome un pequeño beso en la mejilla, que hizo que me pusiera roja como un tomate.

-¿Estás mejor, Jean? –Preguntó, con una hermosa sonrisa en su rostro.

-Sí, gracias Justin. –Contesté. Él colocó mi brazo sobre su hombro y colocó su mano derecha sobre mi cintura, para ayudarme a caminar.– Gracias.

-No hay de qué. 

Ambos, nos acercamos a Rayne y a los chicos. Rayne nos dijo que tomáramos asiento, mientras que las miradas de todos estaban clavadas en Justin y yo. Miré a Omi quien estaba junto a otra chica. A Omi se le llenaron los ojos de lágrimas, sólo se limitó a fulminarme con la mirada y mirar él suelo. Mientras que la otra chica, me miraba con odio.

Ellas habían visto como Justin me había besado la mejilla, y aunque para mí no fuera nada, para ellas sí lo fue. Miré los ojos de Justin, quienes miraban atentos a Rayne. Miré el brillo que ahora emitían, miré la pequeña sonrisa que tenía dibujada en su rostro. 

Miré sus labios, aquellos labios hermosos, que cada vez me atraían más y más, que cada vez, se hacían más grandes las ganas de besarlos.

_

¿se enojó Omi? pero si no es culpa de Jean ser tan divina que ni el Justin se resista asjkdhasjdhaks. 

Phenomenon | j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora