Capítulo 7:
Era él, no lo puedo creer, ¡era Justin! ¿Qué hacia aquí?
-Hola –Dijo él.
-Hola Justin –Contesté, mientras que recordaba algo que Daai me había dicho “La mayoría de las chicas de este colegio están locas por Justin, pero él las ignora, no les habla, no las voltea a ver, ni siquiera respira cerca de alguna chica.”- ¿Te gustan las estrellas?
-Sí.
No sabía de qué hablar o que más decirle, ¿Qué podía hacer? Inventar algo e irme de acá o quedarme a su lado. Me recosté y seguí observando las estrellas, olvidándome completamente de Justin. Entre cerré los ojos, tenía algo de sueño ya que había sido un día largo y agitado. Me sentía cansada.
Abrí lentamente los ojos, los rayos del sol alumbraban toda la habitación. Me miré y tenía el cuerpo cubierto con una sábana, todo había sido un sueño, Justin y yo no habíamos estado solos en el bosque…Suspiré.
Voltee a mi derecha y vi que Daai estaba cepillando su larga cabellera negra.
-Buenos días Daai –Dije mientras me estiraba.
-Hola –Sonrió -¡Eres una pícara! Aún no se cómo lo conseguiste.
-¿Eh? ¿Conseguir qué?
-Una cita con Christian y una noche con Justin.
-¿Eh? ¿De qué hablas Daai?
-No te hagas la inocente, Jean.
-¡De que rayos me estás hablando! ¿Una noche con Justin?
-Sí, él anoche te trajo en sus brazos, tú estabas dormida… ¿acaso no lo recuerdas?
-¿Qué?
Entonces, recordé que había caído en un profundo sueño aquella noche y yo que creí que todo había sido solo un sueño. Me paré de la cama y miré mi pijama, tenía manchas cafés, eran manchas de tierra.
Abrí un cajón y saqué ropa decente. Me cambié y me coloqué un listón en mi cabellera castaña. Todo lo que había pasado anoche fue cierto. No podía dejar de pensar en eso. Tomé mi sweater favorito.
-Voy a ir a desayunar Daai ¿quieres venir? –Pregunté.
-Desayuné hace rato, gracias.
Asentí y salí de la habitación. En él camino, vi que varias chicas susurraban cada vez que me veían pasar, no entendía nada. Continué caminando, hasta que llegué al gran comedor, solo había un chico de cabello castaño sentado, leyendo un libro y tomando sorbos de café. No lo pensé más de dos veces y me senté a su lado, haciendo que él me mirara.
-Buenos días –Dijo Justin.
-Hola –Contesté– Oye, sobre lo de anoche…gracias.
-No hay de que –Continúo leyendo, entonces pasaron dos chicas de tras de nosotros, susurrándose cosas.
-Justin ¿te puedo hacer una pregunta?
-Sí claro.
-Hoy en la mañana veo a las chicas algo extrañas.
-Ellas siempre son extrañas -Las miró de reojo.
Justin me miro y la comisura de sus labios se movió, al parecer sonrió disimuladamente, yo le regresé una sonrisa. No podía entender cómo podía ser tan…perfecto.
Justin y yo aún seguíamos mirándonos, yo me perdí desde el principio en sus hermosos ojos. Entonces, llegaron Christian y sus amigos, dejándonos a Justin y a mí con una sensación demasiado incómoda. Chris nos miro a ambos, Justin pasó sus dedos por su hermosa cabellera, cerró su libro y me susurró al oído “Nos vemos luego” y se marchó dando grandes zancadas. Yo me pare de la mesa, ignorando a Christian y a sus amigos. Ya no tenía hambre.
Me sentía aburrida, así que decidí ir a la biblioteca, podría leer algún libro nuevo.
La biblioteca era inmensa, y contaba con millones de libros de todo tipo, seguramente algo de todo ello me gustaría. Al entrar, no vi a nadie, excepto a la bibliotecaria. Creo que ningún alumno pasaría un domingo encerrado en la biblioteca. Reí para mí misma y me dirigí a la sección de novelas, luego alcancé a escuchar una persona susurrar. Caminé hacia donde surgía aquella voz y logré ver a Justin, citando a Romeo.
-Si con mi mano, por demás indigna, profano este santo relicario, he aquí la gentil expiación: Mis labios, como dos ruborosos peregrinos, están prontos, están prontos a suavizar con un tierno beso tan rudo contacto –Era increíble. El aún no se había dado cuenta de mi presencia, yo sólo lo veía.
-El peregrino ha errado la senda aunque parece devoto. El palmero sólo ha de besar manos de santo –Dije recitando a Julieta, mientras me acercaba más a él.
-Pues oídme serena mientras mis labios rezan, y los vuestros me purifican –El se detuvo, ya que esa era la parte en la que Romeo besaba a Julieta.
-En mis labios queda la marca de vuestro pecado –Continué saltándome el beso.
-¿Del pecado de mis labios? Ellos se arrepentirán con otro beso… -Se acercó a mí, dejándome sin aliento.
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jhsdahjakdhkadhakj ¿emocíon? creo que sí.

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Phenomenon | j.b
Fanfiction¿Que pasa cuando reina lo paranormal en tu vida? Phenomenon de Justin Bieber. Adaptada. Copyright © Todos los Derechos Reservados. Copyright © All Rights Reserved.