Capítulo 48.
"El final"
Último capítulo.
Comencé a correr, mis pulmones me dolían y mi respiración se entre cortaba. Lucas huía, tratando de ocultarse entre la oscuridad. Todo estaba oscuro, y me costaba muchísimo trabajo ver las cosas con claridad. Pero, aún así me mantuve fuerte y constante. No me detendría, no me rendiría. No permitiría que ese monstruo quedara libre. Lo acabaría.
-¡Ya basta de huir, Williams! –Grité con voz petulante– ¡Todo ha acabado! ¡Enfréntame!
Agudicé mi oído, y alcancé a escuchar como las hojas se doblaban cuando él pisaba. Me puse a la defensiva.
-En serio que te subestimé –Escuché su voz ronca.
-Si que lo hiciste.
-Lo sé. Pero, no me arrepiento.
-¿Que dices?
-Gracias a ti, tuve la oportunidad de ver a mi hijo una vez más.
-Basta de juegos no creo en ti.
-No, sabía que no creerías en mí.
-Tenías razón. Es hora de que afrontes las consecuencias a lo que hiciste.
-Lo sé. Pero, antes de que me mates, permíteme contarte una historia.
-No...
-Había una vez, un pequeño niño de seis años. Su madre esperaba un precioso bebé. La vida de aquel niño era hermosa, no temía a nada, ni a nadie. Era valiente, amoroso, comprensivo. Un día, él jugaba con su perro Max, y accidentalmente, lo asesinó. Resulta que el niño quería hacer que Max le trajera la pelota, pero, no conseguía hacer que el perro se moviera. El no supo que sucedió, como lo hizo... simplemente recuerda el pequeño cadáver de Max sobre el césped. Sus padres, mandaron a aquel niño a un psicólogo, creían que tenía algo mal, pero, el psicólogo no consiguió hacer nada. Así pasaron los años. De clínica en clínica, de doctor en doctor, nadie sabía lo que aquel pequeño tenía.
El era un fenómeno, con un poder magnífico. Todos sus amigos lo habían abandonado, nadie quería acercarse al niño loco de la calle Abraham, y ese niño creció con dolor, odio, prejuicio. Su pequeña hermana era igual a él, pero, nadie más que él y ella lo sabían.
El muchacho cumplió diez y seis, y sus padres no supieron que hacer con él. Tan solo lo mantuvieron dentro de una habitación reforzada.
-Lucas, basta.
-Un día, el muchacho asesinó a sus padres en frente de su pequeña hermanita, Rayne. Y después huyó. Años después, conoció a una hermosa mujer, dulce, bondadosa, cariñosa, tierna algo con lo que él no contaba. Ella hizo que aquel muchacho recobrara la vida que se había estado perdiendo. Ella hizo que el corazón de aquel muchacho volviera a latir, después de tanto tiempo.
-Pattie –Murmuré.
-Sí, Pattie Malette –Suspiró– Años después, se casaron, y tuvieron dos maravillosos hijos. Una princesa, y un príncipe. Su vida se tiñó de rosa, pero, no duró más que dos años. La ambición de aquel muchacho regresó. Lastimó a su propio hijo, casi mata a el amor de su vida, ideó planes malévolos. Y llegó hasta este punto, está a punto de ser asesinado por el odio que ha ido sembrando. Estoy cosechando lo que sembré. Pero, ¿sabes algo? estoy feliz de que esto por fin termine.
-¿Que quieres decir? –Le pregunté, con un nudo en mi garganta.
-He estado sufriendo tanto tiempo, he pasado noches en vela, tratando de pedirle a Dios que me perdone por lo que he hecho. Y por fin descansaré. Por fin podré liberarme de todo este dolor que tiene mi corazón.
-Lucas –Mis ojos estaban al borde de las lágrimas.
-Me hubiera encantado poder decirle todo esto que siento a alguno de mis hijos.
-Lu... Lucas...
-Pero, agradecería que me hicieras el favor de decírselos por mí.
Antes de que mis labios pudieran articular alguna palabra, escuché que alguien colocaba balas dentro de una pistola, y disparaba tres veces hacia el pecho de Lucas. Grité desde el fondo de mi estómago. Lucas no se movió, y no hizo nada para defenderse. Había llegado su hora. El mejor que nadie lo sabía. Su cuerpo, cayó al suelo en seco.
-¡Lucas! –Grité con lágrimas en los ojos, mientras que me arrodillaba a su lado. Escuché como la persona que había disparado huía.
-Sabía que tú no me matarías. Eres una gran chica Jean –Tartamudeo Lucas– Prométeme que cuidarás bien de mis más grandes tesoros.
-Lo haré Lucas. Lo haré –Contesté con dolor.
No contestó.
Lucas había muerto, y yo sostenía su cadáver en mis brazos.
Lucas había muerto, y yo por fin era libre.
Todo había terminado.
_
wow, mucho tiempo ¿no? lo siento si me tarde demasiado, pero por fin termine mis exámenes y creo que ya era hora de darles el final..
al lado encontraran el epílogo♥

ESTÁS LEYENDO
Phenomenon | j.b
Fanfiction¿Que pasa cuando reina lo paranormal en tu vida? Phenomenon de Justin Bieber. Adaptada. Copyright © Todos los Derechos Reservados. Copyright © All Rights Reserved.