Phenomenon | j.b

Capítulo 36.

Capítulo 36.

Justin POV.

Al cabo de unos minutos, Jean se detuvo. Quería hacer algo para que ella se sintiera un poco mejor, pero, sabía que las cosas no se mejorarían tan fácilmente. 

Comencé a acariciar su espalda, tratando de relajarla tan siquiera un poco, y al parecer, funcionaba. Al cabo de unos segundos, ella se quedo profundamente dormida en mis brazos. Los rayos del sol atravesaban la ventana, y el clima era templado. Mire por el espejo retrovisor y visualice a Christian sobre su motocicleta, de tras de nosotros. Todo parecía estar en orden.

-Justin, ¿A dónde podemos ir? -Pregunto Chaz, con la mirada fija en el camino.

-En un extremo de la carretera habrá un camino de grava que tendremos que seguir. 

-Justin, ¿Sabes a donde nos dirigimos?

-Por supuesto que lo sé. 

Chaz permaneció en silencio, hasta que pasamos por el camino de grava. Comencé a guiarlo, el camino era largo, pero, podría ser uno de los lugares más seguros que conocía. Mire a Jean, ella seguía profundamente dormida. Sonreí para mí mismo. Lucia preciosa cuando dormía. 

Después de media hora, comenzamos a acercarnos a un pueblo, rodeado por arboles altos y matizados con hojas de distintos colores. Las casas, eran sencillas. 

-¿Por que vinimos aquí Justin? -Me pregunto Chaz, mientras estacionaba su Porsche delante de un establo rojo.

-Conozco a alguien que vive aquí. Alguien que podrá acogernos.

Bese la mejilla de Jean y comencé a susurrar su nombre en su oído. Al cabo de unos segundos ella comenzó a moverse, y luego, con sus ojos cerrados me sonrió. Seguí besando su mejilla, acercándome cada vez más a sus labios, cuando abrió sus ojos y se quedo observándome por unos segundos, pero, yo sentí que fueron horas.

-¿Dónde estamos? -Me pregunto mientras que se acomodaba y bostezaba. 

-Ya lo veras -Le sonreí y ella a mí.

Al bajar del auto, caminamos hacia Christian, quien acomodaba su motocicleta detrás del Porsche. Ellos querían preguntarme por qué los había traído aquí, pero, ellos sabían que tenía una buena razón. 
Los cuatro, comenzamos a caminar hacia la casa en la que nos quedaríamos. Jean y yo íbamos delante, tomados de las manos.

Jean POV.

Seguimos caminando, hasta que una mujer y una joven aparecieron. La mujer era divina. Tenía el cabello lacio, café con algunos destellos dorados. Ojos avellana, y unos labios grandes. Y la joven, era idéntica a la mujer. Seguro y era su madre.

Ambas nos observaron por unos segundos, pasmadas, y con los ojos en blanco. A ambas, comenzaron a llenársele sus ojos avellana de lágrimas. No entendía que era lo que estaba sucediendo. Mire a Justin, quien se encontraba a punto de explotar en llanto. El soltó mi mano, y corrió hacia ambas, dándoles un caluroso abrazo y muchos besos en sus mejillas.

-Justin, no puedo creer que seas tú -Dijo la mujer, mientras lo abrazaba intensamente.

-Mama, no sabes cuánto te he echado de menos -Contesto Justin.