Phenomenon | j.b

Capítulo 1.

Capítulo 1: 

Corrí lo más rápido que pude, pero aún así no fui lo suficientemente rápida ya qué ellos lograron alcanzarme. 

-Te dije que te alcanzaríamos, fenómeno.

-Déjenme tranquila, por favor.

-No me dirijas la palabra, fenómeno.

Tenía unas ganas enormes de golpearlos en ése mismo instante, pero no podía, ellos eran cinco, cinco jóvenes, mientras que yo…sólo era una niña de nueve años. Traté de correr, pero uno de ellos me tomó por la espalda, me tapó los labios mientras que los otros cuatro, tomaron unas piedras de tamaño medio y comenzaron a lanzármelas. Cada golpe que recibía, hacía que tuviera cada vez más ira, cada vez más odio hacia ellos y hacia mí, hacia lo qué soy. Él dolor que sentía era lo de menos. Pequeñas gotas de sangre comenzaron a brotar de mi frente. Todos ellos comenzaron a reír y a chocar cinco. No lo aguanté más. Tomé aire. Los cuatro, tomaron nuevamente piedras y cuándo las lanzaron todas las piedras, ellas quedaron flotando en el aire, como sí la gravedad no existiera. Él quinto muchacho me soltó repentinamente y caminó como un robot hacia los otros. Parecía como sí se moviera involuntariamente.

“¿Qué sucede?” Preguntó uno de ellos, mientras que yo les dediqué una sonrisa. Todo lo qué estaba en aquel parque se elevó. Los columpios, la resbaladilla, las piedras que se encontraban en el suelo, todo.

De un segundo a otro todo dejó de flotar excepto las piedras. Ellas eran las únicas que flotaban.

-Sí soy un fenómeno.

Dije mientras que todas las piedras tomaron impulso y golpearon a aquellos jóvenes inútiles. Ellos trataron de huir. Pero no se los permití, no se los permitiría después de lo que ellos me habían hecho a mí.

-Jean, ¡Jean despierta ya! 

Escuché a mi madre gritándome. Lentamente se abrieron mis ojos, unas cuantas gotas de sudor caían de mi frente. Todos los objetos que tenía en mi habitación estaban elevados en el aire, no había gravedad. Mi madre se encontraba recostada en el suelo, gritando mi nombre. Nuevamente perdí el control de todo. Mis libros escolares se encontraban abiertos, mi ropa se encontraba fuera de su lugar, mientras qué mi pez dorado Moby se encontraba fuera de su pecera

-No… –Murmuré, cerrando los puños.

-Jean hija, ¡Para ya!

Apreté mis ojos, traté de concentrarme, traté de detenerme, pero era inútil. No podía. ''Basta, basta ya Jean'' Me decía a mí misma, hasta que di un grito ahogado de desesperación y todo cayó al suelo repentinamente. Me levanté de mi cama y contemple como mi madre se levantaba torpemente. Ella me observó con los ojos llenos de lágrimas cristalinas. Ella me tenía miedo, ella tenía miedo de su propia hija. ¿Cómo lo sé? Leo la mente de las personas. Soy más fenómeno de lo que piensan todos.

Me metí corriendo al baño y comencé a llorar ahí dentro, no quiero ser esto, no quiero ser un fenómeno, ¡no quiero! quiero ser una buena persona, quiero que las personas no me tengan miedo, quiero no tener miedo a mí misma, quiero ser una adolescente normal, ¿acaso eso es mucho pedir? 

Había pasado la mayor parte del día llorando en él baño. Me sentía terrible, había lastimado a mi madre y ahora ella me temía aún más. Entonces, tocaron la puerta de mi habitación. Al principio supuse qué eran mis padres, así que no abrí, hasta qué aquella suposición desapareció.

-Jean, deseo hablar contigo, por favor abre la puerta.

Esa no era la voz de mi madre, o la de mi padre. Esa no era una voz común y corriente. Era como si alguien estuviera hablando dentro de mí cabeza. Me levanté rápidamente, abrí la puerta del baño y ahí vi a una mujer, de cabello dorado, ojos como el océano y unos hermosos labios rosados. 

-¿Quién eres tú? –Pregunté acercándome a ella.

-Mi nombre es Rayne Williams, pero tú puedes llamarme Rye –Rye volvió a hablar dentro de mi cabeza.

-¿Qué haces aquí? –Apreté los puños –Seguramente eres una psicóloga que contrataron mis padres para quitarme mi “Enfermedad”.

-Jean, no soy una psicóloga y tú no estás enferma –Ella se puso de pie y me tomó mi mano, no me aparté –Se que en éstos momentos te sientes un fenómeno, sé que piensas que eres una mala persona, pero no lo eres Jean, eres especial.

-Usted no sabe nada. Usted no sabe cómo se siente que todos te tengan miedo. No lo sabe.

-Claro qué lo sé Jean, yo soy como tú.

- Pruébalo. 

En ése momento, muchas voces comenzaron a resonar en mi cabeza, había gente riendo, había gente llorando y gritando. Yo sentía todo lo que esas voces expresaban. Un segundo dolía y al otro se sentía bien. Luego…todo se detuvo.

-¿Qué es lo que quieres? –Pregunté mientras me agarraba la cabeza, aún me dolía.

-Quiero hacer un trato contigo Jean.

-¿Qué clase de trato?

-Quiero que vengas conmigo.

-¿Disculpa?

-Soy la directora de un colegio para personas especiales, personas como tú y yo.

-Pero, ¿y mis padres?

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Es una novela que tenía guardada en word, que leí hace como 3 años y la historia siempre me gusto así que la subo ahora para compartirla con todos, pero no es mía. 

La estoy adaptando y editando porque tenía algunos errores, tanto ortograficos como lo relacionado a algunos nombres y la estoy arreglando así que a medida que corrijo iré subiendo, no creo que tarde mas de un día para cada capítulo porque no son tan largos, así que así será.