Capítulo 17.

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Capítulo 17:

-Lo pensaré, ¿Vale? –Contesté.

-De acuerdo. –Me sonrió y ambos entramos a la cancha de básquet.

El entrenador Kyle, nos pidió que nos sentáramos en las gradas y comenzó a explicarnos lo mismo que Rayne. Dijo que debíamos ser fuertes. Tyler, quien se encontraba a mi izquierda, no dejaba de mirarme y no sabía qué hacer. Me sentía muy incómoda. Cuándo el profesor terminó de hablar, pasó a Tyler al frente y di un suspiro de alivio, aunque Tyler fuera lindo, mi corazón le pertenecía a alguien más. El profesor, le pidió a Tyler que arrancara la canasta de básquet. Tyler, no muy convencido, la arrancó y caminó como sí tuviera una simple hoja de papel en su mano. 

-Bien señor Hastings. –Dijo el profesor Kyle, aplaudiendo.– Ahora, lánzasela a la señorita Gray. 

-¿¡Qué!? –Dijimos Tyler, Justin y yo.

-Tranquilos, no le sucederá nada. Jean, necesito que te concentres y pares la canasta cuándo Tyler te la lance ¿Sí?

-Pero, ¿Qué sucederá sí no logro detenerla? –Pregunté, asustada.

-Yo la pararé. –Miró a Tyler.– Ahora, Tyler ¡Lánzala! 

Tyler, se quedó unos segundos pensando qué hacer, hasta que la lanzó. Yo, apreté mis ojos y crucé los dedos, deseando poder parar la canasta. Unos segundos después abrí mis ojos, y vi que la canasta estaba inmóvil en el aire. Sonreí y miré a Justin, quién no se movía. Miré a Tyler, él tampoco se movía. El profesor Kyle, estaba inmóvil. 

Traté de pensar que hacer, ¡No se podían quedar así! Cerré nuevamente mis ojos, y pensé en Justin, no sé por qué. Recordé, la noche en que mirábamos las estrellas. De un momento a otro, escuché quejidos, así que abrí los ojos y vi que Tyler, Justin y el profesor Kyle se encontraban en el suelo.

-¿Qué pasó? –Dijo Tyler.

-Felicidades Jean. Lo hiciste mejor de lo que imaginé. –Dijo el profesor, mientras se ponía de pie.

-¿Qué es lo que hice? –Pregunté.

-Detuviste el tiempo, nosotros quedamos así, por qué es tu primera vez. Siempre pasa. –Contestó– Creo que es todo por hoy. Pueden irse.

Justin, se paró bruscamente y se fue de la cancha, corriendo. Traté de ir de tras de él, pero me dolían las piernas, así que no logré alcanzarlo. Tyler ofreció ayudarme, pero me negué completamente esta vez. Comencé a caminar hacia mi habitación, necesitaba descansar. Pasé por el comedor y Omi estaba sentada en una de las mesas, junto a dos chicas, ella lloraba. No sabía que le sucedía, pero no tenía muchas ganas de averiguarlo, así que seguí mi camino.

Al llegar a mi habitación, me encontré con Daai, quién estaba haciendo crecer una flor de una pequeña maceta. 

-Hola Daai. –Dije mientras me recostaba sobre mi cama.

-Hey. –Dijo sin mirarme.

-¿Qué pasa? –Pregunté, Daai hablaba mucho, y ¿Sólo me dijo 'Hey'? Algo andaba mal.

-Tú dime, ¿Qué pasa contigo y Justin? –Preguntó, mirándome.

-Nada. –Dije.

-No me mientas, Jean, ¡Creí que éramos amigas!

-¡Somos amigas Daai! Y te digo la verdad, entre Justin y yo no pasa nada, sólo somos amigos.

-Jean, todos vimos como te besaba.

-¡Fue un beso en la mejilla! ¿Acaso a ti jamás te ha besado un chico la mejilla? –Dije irritada.

-Claro, pero no hablamos de un chico, hablamos de Justin. Él jamás ha tocado a una chica como te tocó a ti hoy.

-¿Y? ¿Qué tiene? ¿Acaso no puede estar enamorado? –Dije tontamente, ya que sabía que jamás sucedería.

-Con qué, ¿Enamorado? –Cruzó los brazos.– ¿Por qué no me dijiste que Justin Bieber se te había declarado? –Sonrió pícaramente.

-¡Daai! –Me sonrojé.– ¡Justin no se me ha declarado, y no lo hará! –En el momento que dije eso, Omi entró a la habitación.

-Omi. –Dijo Daai.

-Así qué ¿No son nada? –Preguntó Omi.

-¡No! –Contesté.– No somos nada, Omi, en serio. 

-Pero, a ti te gusta, ¿no? 

-Sí. –Dije.

-Y tú le gustas... –Dijo, soltando una lágrima.

-Omi, ¿Por eso llorabas? 

-¡Sí Jean! ¡Quiero mucho a Justin! Y él... no siente nada por mí. No sabes lo duro que es saber, que te adora.

-Omi, por Dios, no digas eso, no es verdad.

-¡Eres la única chica con la que habla! ¡Eres la única chica que ha tomado como te tomó! ¿A caso estás ciega? 

-Él te adora. –Dijo Daai. 

-Omi lo siento. –Dije.

-¿Por qué lo sientes? Sí tú lo haces feliz, adelante. Sí el sonríe, yo también. –Su voz se entrecortó.– Sólo que, tenía la esperanza de... un nosotros.

-Tranquila Omi, hay muchos chicos lindos en esta escuela, Tyler por ejemplo. –Dije.

-¿Tyler? ¿Él bombonazo? –Preguntó.

-Eh, sí. –Dije.– Es lindo, ¿no?

-Sí. –Sonrió.

-Aww, quería ver esa hermosa sonrisa. –Dije.– Vamos, no llores más.

-Bueno. –Sonrió– Ahora que todo está bien... ¡El baile se acerca!

-Todavía no tengo pareja. –Dijo Daai, triste.

-Yo tampoco. –Dije.

-¿Y creen que yo sí? –Contestó.– ¡Vamos, debemos darnos prisa o los chicos lindos se acabarán! 

-Daai, ¿Aún quieres ir con Christian? 

-Más que nada en el mundo. –Sonrió embobada.– ¿Por?

-Por qué tengo un plan.

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uuuuuy dhbaskjdhajsdhjkadha.

Phenomenon | j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora