Hi Kitty Lou - Larry Stylinson (Omegaverse)

10: "Revoltoso"

Tenía a un omega vestido con un mameluco de conejo llorando desconsoladamente en sus brazos rogándole que lo llevase a su viaje.

Apenas habían llegado hace tres días de Doncaster y ya se tenía que ir de nuevo.

- Lou, ya te dije que no puedes ir.

Le repitió por quinta vez en la mañana. Quizás en la forma que se lo había anunciado. No había sido la mejor.

En vez de decirle "buenos días" le dijo "me voy a New York por dos días"

- Por favor, alfa, prometo portarme bien.

Dijo entre el llanto con su mejilla apoyada en el hombro del mayor, quien camino hacia la cocina entrando mirando a Ezra que, se encontraba tranquilamente tomando un jugo de naranja, pero se alarmo al escuchar a Louis llorar.

- No es que te portes bien – saludó a Ezra con la mano, éste le devolvió el saludo – es que no puedes ir, bonito, no quiero que vayas. Ezra llama a tu madre por favor – el beta asintió corriendo fuera de la cocina.

- Pero no entiendo por qué, yo siempre te hago caso y me comporto – sollozó toda la parte del hombro de su camisa estaba completamente mojada – no me quiero quedar solito.

- Lo sé, Lou, simplemente no puedes ir y podemos pasar todo el día en esto.

El omega lo abrazó, sin dejar de llorar. No lo iba a complacer, está vez no. Observó a Cecil entrar junto a Ezra apresuradamente.

- Ow, Lou ¿Por qué estás llorando? – intentó tocar su espalda, pero el omega se alejó de su tacto.

- Omega, Cecil está siendo amable contigo – lo escucho hipar.

- Lo siento, Cecil, pero no quiero nada ahora – la beta miró a Harry entrecerrando los ojos.

- Yo no le hice nada, sabes que sería incapaz de eso – gruñó abrazando más a Louis quien no dejaba de llorar – simplemente le dije que tenía que ir a un viaje.

- Y no me quiere llevar – hipó el omega – y yo quiero ir porque lo voy a extrañar mucho.

Habló entre sollozos hundiendo su rostro en el cuello del alfa buscando algo que lo tranquilizara, pero que el alfa se negaba a liberar.

- Cariño, son viajes de negocios – intentó explicar Cecil sin algún éxito.

- Exacto, Lou, podemos hacer una pijamada con Niall.

Ezra también falló. Louis ni siquiera lo escucho.

- Bien, esto se acabó – hablo Harry saliendo de la cocina. Ezra se levantó.

- Eh, sentado conejito saltarín – el hibrido bufó sentándose de nuevo

...

Salió de la cocina caminando hacia el living dejando con algo de esfuerzo a Louis en el sofá. Todo su rostro estaba rojo debido al llanto cuando el omega lo miro se encogió en su lugar sabía que estaba molesto

- ¿Qué quieres? ¿Qué más puedes querer? – preguntó intentando no sonar molesto.

- Yo solo quería ir contigo.

Murmuró ya no sollozaba, pero las lágrimas seguían brotando. Podía ver las gotitas caer en su mameluco.

- Pero ¿Por qué? ¡Te dije desde un principio que no podías ir, porque es por negocios y me voy hoy en la noche y regreso mañana en la noche, estaré solo un día afuera, no estarás solo! Así que no entiendo porque haces un berrinche – el omega se abrazó así mismo.