Hi Kitty Lou - Larry Stylinson (Omegaverse)

27: "Playa"

Wuuu y seguimos 

Un sonido llenó la habitación de una manera molesta. Tanto Harry, como Louis se quejaron.

El ojiazul buscó con su manito su teléfono para atender la llamada.

- ¿Hola? – preguntó adormilado. La voz del alfa lo hizo despertarse completamente – ay, no... sí ... desde hace cinco segundos... dame diez minutos... Bien – colgó y rodó hasta quedar sobre Harry – son las cuatro de la mañana.

Se quejó notando que su alfa estaba dormido aún – Harry, acompáñame en mi miseria.

El mayor palmeó dos veces su cabello.

- Pobre de ti, amor, ya vete y déjame dormir.

Louis lo miró ofendido, pero se levantó caminando hacia el baño. Estuvo listo en seis minutos, se dio una ducha de tres minutos, y se vistió en dos. Ahora solo estaba guardando ropa en su bolso.

Ya tenía en mente a donde irían.

- Harry – lo empujó escuchándolo gruñir – mi dulce alfa – habló con sarcasmo – Styles –regañó – ya me voy, si no vuelvo es tu problema.

- Espera – se sentó aun algo dormido y estiró sus brazos. Louis se inclinó abrazándolo – te amo mucho, y te extrañaré. Cuídate por favor.

- Lo haré, tranquilo. Te amo – lo besó castamente para luego levantarse – nos vemos, amor.

- Adiós, Lou – y luego lo escuchó caer en un sueño profundo.

Bajó las escaleras con cuidado de no despertar a nadie. Abrió la puerta y una fuerte ventisca chocó contra él.

- Maldito alfa, el creé que todos madrugamos – cerró la puerta caminando hacia la rubicon frente a la casa. Abrió la puerta subiéndose.

- Te escuché y sabes que no puedes decir esa palabra – el ojiazul le sacó la lengua infantilmente.

- Buenos días, James – dejó un beso en su mejilla sintiendo al alfa sonreír.

- Buenos días, Louis. ¿Listo para esta aventura? – preguntó colocando el auto en marcha.

- Más que tú.

- No lo creo, estás nervioso – bromeó girando en una curva - tranquilo, Lou.

- ¿Crees que lo puedo estar mientras estoy contigo? – rió negando – que tan poco me conoces.

- No, sé que siempre que estás cerca de mí te pones nervioso – tomó su manito dándole un apretón – pero hoy es un día para relajarnos.

- Dios – rió subiendo sus piernas para abrazarlas contra su pecho – te creeré.

- Lo disfrutaras, ya verás.

- Sí, claro

...

Había decidido quitar el techo de la camioneta dejando sólo las pequeñas ranuras del techo. Louis iba de pie en su asiento mirando todo.

- Y no lo iba a disfrutar – murmuró.

- Te escuché – regañó el más pequeño.

El celular de Louis comenzó a sonar retumbando por todo el auto.

- Te llama Harry – anunció observando de reojo al más pequeño sentarse, rápidamente atendiendo el teléfono.

- Hola, Hazz – sonrió ampliamente.

- Hola, mi amor ¿estás bien? – el omega hizo un pequeño sonidito de afirmación - ¿aún no llegan a su destino?

- Nop – alejó un momento mirando el celular – apenas son las siete, algún día llegaremos.