32: Sacrifices

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   Nuestro pelirrojo favorito se despertó aquel fresco domingo de diciembre por el sonido de su alarma. Con un ojo apenas abierto miró lo que parpadeaba en la pantalla.

08:00 a.m.

“Partido de béisbol de Jon a las 10 en punto!!!!”

   Apagó la estridente alarma... Y volvió a hundirse en el calor de sus mantas, quedándose dormido al instante, para cinco minutos después ser despertado nuevamente por su celular.

08:05 a.m.

“Vamos flojo, arriba. Es la final!!!!! Te la vas a perder??”

–Okay, Sherwin del pasado. Ya me levanto– murmuró el pecoso, quitándose de encima las tibias mantas, y se rió de la situación.

   Él había imaginado que la exigente semana que tuvo haría estragos con su fuerza de voluntad, así que la noche anterior activó más de una alarma. Dedujo que lo necesitaría... Y tuvo razón.

   Mientras estaba frente a su armario buscando ropa, el celular que estaba sobre su cama sonó por tercera vez. Se asomó a ver, mientras desprendía los botones de su pijama.

08:10 a.m.

“Más te vale que ya estés levantado, o Jonny se decepcionará”

–Siii, estoy levantado ya. Ugh, en serio puedo ser muy fastidioso a veces– se quejó de sí mismo, en un tono de enojo falso, y apagó la alarma.

   Este muchacho pelirrojo no tenía el mejor humor del mundo cuando debía levantarse temprano en fin de semana, pero si se trataba de alguien que él amaba, enviaba todo su mal humor al demonio. Y en aquella mañana se trataba de Jon, quien jugaba la final de la temporada estatal de otoño. El partido se disputaría en el estadio del Newgate, y el ganador del mismo pasaría en primavera a jugar con equipos de otros Estados, a nivel nacional.

   Se puso ropa con los colores del equipo, blanco y azul. Fue a lavar sus dientes, a peinarse (o a intentarlo al menos), luego tomó a Shirley, su celular, y mientras salía de su cuarto le envió un audio a su novio.

–Hola, campeón. Espero que hayas descansado bien. Iré a la casa de Alex para ver si quiere acompañarme, y luego sí te veo en el campo– y lo envió.

   Caminó por el corredor y se asomó al cuarto de su mamá. La encontró profundamente dormida, así que sonrió amorosamente, y decidió dejarla descansar.

   Cuando estaba en la planta baja de la casa, llegó la respuesta de Jonathan.

   Jon😍❤: ▶ 00:21 (Nota de voz)

   “Aw. Hola, precioso. Yo ya estoy en el campo, acabamos de llegar para una última práctica. Oye, es una gran idea que invites a Alex, últimamente la veo algo decaída por... Bueno, tú sabes. (Se escucha al entrenador llamándolo). Debo irme ya, ángel, te veo en un rato”

   “Bueno, tu sabes”... La muchacha seguía algo abatida por su separación de Taylor. Sher desayunó cereal, jugo y tostadas, y como su mamá seguía dormida, le dejó una notita junto a la cama.

   “No quise despertarte, necesitabas unas horas más de sueño. Porfa no te enojes. Llámame cuando despiertes, probablemente ya esté en el Estadio para entonces. ¡Muah!”

   La casa de su mejor amiga no estaba lejos, Sherwin llegó en unos cinco minutos a pie. Golpeó la puerta, y fue recibido por la hermana de Alex, quien lo guió al cuarto de la muchacha.

Sherwithan One Shots (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora