Sherwithan One Shots (español)

01: I'm real

   Sherwin estaba en la escuela, caminando con pasos lentos por el concurrido y ruidoso pasillo, acabando de salir de su clase de Matemáticas (por fortuna su última clase del día).

   El pesado libro en sus manos repleto de ecuaciones debía esperar. Solo faltaban cinco días para su exámen de Inglés, y ya que no entendía una shit del idioma, debía prepararse.

   Y quién mejor que Jonathan, quien hablaba a la perfección ambos idiomas, para que le de una mano. Iba a encontrarse con él en la entrada del establecimiento en solo unos minutos.

   (Esto sonaría mejor si estuviera escrito en inglés, y si Jonathan estuviera enseñando Español a Sherwin. Eso tiene más sentido, ya que Jon es latino :'v buah, como sea)

   Frente a su casillero abierto, el pelirrojo estaba a punto de guardar el libro en su mano y llevarse el requerido para el exámen cuando, sorpresivamente, dos manos cubrieron sus ojos, y un dulce y familiar olor a manzanas frescas invadió sus fosas nasales, haciéndolo sonreir irremediablemente.

–Cariño, no puedo encontrar mi libro si no me dejas ver –Rió Sherwin, colocando sus manos encima de las manos de su novio. Jonathan también rió.

–Te voy a ayudar a encontrarlo, solo sigue mis instrucciones –Murmuró suavemente Jonathan por encima del hombro del pelirrojo, aún cubriendo sus ojos.

   Sherwin soltó otra risa, para luego levantar su mano derecha, aguardando por las instrucciones del moreno.

–A la izquierda... Un poco más, te estás acercando... El de al lado... ¡Bien! Lo encontraste, amor –Jonathan destapó los ojos del pelirrojo, y luego lo hizo girar para ver ese hermoso rostro minado de adorables pecas.

–Gracias... –Sonrió tímidamente Sherwin–. Creí que nos veríamos en la entrada de la escuela.

–Lo se, pero no podía esperar más. Ya quería verte– admitió algo sonrojado Jonathan, tomando a Sherwin de la mano–. ¿Todo listo?

–Sí, espera... –Sherwin soltó la mano de su novio solo el tiempo necesario para cerrar correctamente su casillero. Luego, volvió a tomar esa cálida mano.

   Caminaron unos metros en dirección a la salida del lugar, cuando se encontraron con Alex, la amiga de Sherwin. Ella preguntó a la pareja si tenían ganas de salir a pasar el rato, pero Jonathan rechazó amablemente la propuesta, objetando que ya tenían planes para el resto del día. La chica sonrió comprensivamente, y se alejó en la dirección opuesta que ellos llevaban.

   Jon estaba tan inmerso en el profundo océano de felicidad llamado ser novio de Sherwin, que no se dió cuenta de la pensativa expresión que estaba en ese pecoso rostro.

–Podríamos ir debajo de nuestro árbol –Sugirió.

   No recibir respuesta alguna por parte del pelirrojo capturó su atención.

–Bebé... –Jonathan le dió un pequeño apretón a la mano de su novio, y el gesto hizo volver en sí al pelirrojo. Sacudió su cabeza mirando al suelo, y luego se concentró en el moreno.

–Lo siento, Jon. ¿Qué decías? –Preguntó Sherwin desconcertado, pretendiendo estar normal.

   El intuitivo Jonathan no se tragó esa actuación. Detuvo brúscamente sus pasos, haciendo que el niño de rizos rojos se voltee hacia él, ya que seguían tomados de la mano.

–¿Pasa algo? –Preguntó con sumo cuidado el moreno. A esto, Sher solo hizo una mueca, sus labios sellados–. Puedes decirme lo que sea, lo sabes.

–Yo... B-bueno, supongo que debo estar nervioso por el exámen de Inglés, pero no me sucede nada más –Murmuró el pelirrojo mirando al suelo. Al volver a fijar la vista en los azules ojos de Jonathan, y notar la expresión preocupada en su rostro, sonrió suavemente y acarició sus nudillos con el pulgar–. En serio, corazón. Estoy bien.