09: The first one

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-¡Jon, borra esa foto ahora mismo!- la inusualmente fuerte voz de Sherwin resonaba por toda la sala de estar, mientras trataba de alcanzar a su novio.

-No lo haré, ¡Es preciosa! La voy a guardar por siempre- reía Jonathan, sosteniendo su celular en las manos y corriendo lejos del pelirrojo.

En resumen, lo que sucedió fue que Sherwin tenía en su regazo un libro sumamente romántico, y se encontraba leyéndolo sentado en el sofá, en la casa de su novio, con una sonrisa de tonto en el rostro. Jonathan estaba a punto de morir de ternura por la vista, pero decidió sacar su celular del bolsillo para perpetuar el momento. Sherwin odiaba cuando Jon le tomaba fotos desprevenido... En realidad no le gustaba que le tomen fotos en general, pero menos que menos le gustaban las fotos sorpresa.

-Tu dices eso de todas las fotos. Al menos déjame verla- Sher estaba a un lado del sofá, y Jon en el lado opuesto.

-No. La vas a borrar. Primero voy a guardarla en la nube.

Jonathan despegó la vista de Sherwin y la concentró en la pantalla de su celular, para guardar la foto. El pecoso aprovechó el momento y se lanzó hacia el moreno, rápidamente le quitó el celular de las manos y cayó sentado en el sofá.

-¡Dame mi teléfono, Sherbert!- Jonathan rió y se sentó junto a su novio, estirando los brazos para tratar de alcanzar el aparato. Sherwin tenía ese brazo extendido en el aire, y con el otro sostenía el hombro de Jon, impidiéndole levantarse. Así, era casi imposible alcanzarlo.

Casi...

El ingenioso Jonathan aprovechó el estar tan cerca del rostro de su amado, y decidió crear una distracción. Lo miró de arriba a abajo con una sonrisa, para volver a centrarse en sus ojos color avellana.

-Dios... ¿Tienes idea de lo hermoso que eres?- en realidad no mentía, solo ver a Sherwin era suficiente para que su cuerpo segregue endorfinas en cantidades increíbles. Pero ahora lo decía con el fin de distraer al pelirrojo y recuperar su celular.

-Jaja... Buen intento, Bravo- Sherwin sonrió de lado, comprendiendo de inmediato las verdaderas intenciones de su novio -No vas a conseguir que me distraiga.

-¿Ah, no?- el moreno se acercó más, apoyando sus manos en el sofá, a ambos lados de las caderas del menor, acción que cortó de súbito la respiración del pelirrojo, que seguía con el brazo extendido, manteniendo el celular lejos de su novio. Presionó su nariz un segundo con la pecosa nariz de Sherwin y siguió susurrando -¿Y si te beso?

Eso era un jaque mate absoluto para el pelirrojo, un beso del ojiazul era suficiente para poner todo su mundo de cabeza. Pero pese a todo riesgo, trató de no ceder.

-A-adelante, no me v-vas a distraer...- tartamudeó adorablemente el menor.

Jonathan seguía a milímetros del pecoso rostro de Sherwin, torturándolo con su tibio aliento. Les costaba bastante a ambos quedarse quietos y no avanzar, la atracción entre sus labios era fuerte, incontrolable, casi magnética.

Así fue desde el primer día.

*Flashback*

Todo lo que sucedió esa mañana en la entrada del Newsgate fue tan rápido, que el pelirrojo apenas logró procesarlo en su cerebro.

Estaba detrás de un arbusto espiando a Jonathan, un muchacho con un par de ojos azules que pondrían de rodillas a cualquiera. En ese instante su corazón (literalmente) salió de su pecho y lo hizo ir tras ese muchacho. Aunque trató de detenerlo, éste terminó descubriendo sus sentimientos. Asustado por las miradas ajenas, Sher corrió lejos de ahí, y en ese acto su corazón se partió en dos. Pero no duró mucho en ese inerte estado, porque el niño de sus sueños volvió y reparó su herido corazón, y se quedó sentado junto a él.

Sherwithan One Shots (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora