Capítulo 26

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Tres días después

-¿Todos entendieron las reglas?-. Preguntó el guía. Y los estudiantes asentimos. El juego de hoy se trataba de encontrar el tesoro escondido a través de las pistas. Pero para eso tenemos que trabajar en grupos, como los días anteriores. Los equipos están conformados por los integrantes de cada autobús, por lo tanto, hay tres grupos.

Nuestro equipo está conformado por: Zac, Sheila, Marcus, Sol, Dylan, Brian, Elizabeth y yo. El capitán es el primero.

-Bien siganme, tenemos que encontrar las dos pistas si queremos seguir punteros-. Habló Zac comenzando a caminar y los demás lo seguimos en completo silencio.

Extraño a Thomas y a Richard en estos momentos, con ellos aquí esto seguro sería un cago de risa.

-Aquí encontré algo!-. Exclamó Elizabeth devolviendome a la realidad.

-Bien hecho Ellie. No como otras personas que están perdidas en el espacio-. Dijo Zac. ¿Me estoy volviendo loca o esa fue otras de sus indirectas hacia mi?.

-La tarjeta dice: "Donde corre el único ruido placentero a los oídos"-. Dijo Elizabeth leyendo la tarjeta.

-Piensen, ¿que puede ser?-. Preguntó Zac.

¿Ruido placentero? Puede ser el trinar de las aves... No, ese no es un ruido pues es completamente placentero. ¿Qué más hace ruido en el bosque además de los animales? "Donde corre el único ruido placentero a los oídos"... Donde corre...

-¡El Arroyo! Pues al correr el agua produce un ruido que es placentero a los oídos-. Expliqué y los demás asintieron dándome la razón.

-Buen trabajo-. Me felicitó Sheila. Pero no era de ella de quien estaba esperando felicitaciones. Entonces me acerqué a Zac.

-Ahora quien es el que está en el espacio?-. Susurre al estar lo suficientemente cerca de él para luego acelerar el paso.

Seguimos buscando la última pista. Zac siempre aprovechaba cualquier oportunidad para lanzarme indirectas.

-Aqui está la última pista-. Gritó Sol.

-Lee la tarjeta-. Pidieron Dylan, Marcus y Brian al unísono.

-Dice: "Me encuentro en el pico más alto de la estancia"-. Leyó la rubia.

-"La Mega-Torre"-. Hablamos al unísono los 8 estudiantes. La Mega-torre es, como su nombre lo dice, una torre hecha de manera que se encuentra en la estancia. La única manera de subir a la cima es por fuera, es decir escalando. Corrimos lo más rápido que pudimos.

Hasta ahora no nos habíamos topado con ningún equipo contrario pero ahora que llegamos a la Torre nos fijamos que Steven; el Capitán del tercer equipo ya se encontraba escalando la Torre.

Rápidamente Zac se apresuró a imitar su acto pues no quería perder, ya que ese equipo era el segundo en la tabla después de nosotros y si ganaban éste juego pasarían al primer lugar y serían los campeones ya que hoy era el último día de juego.

Observe como Zac agarraba la cuerda que caía de la punta de la torre, algo así como el cabello de Rapunzel. Comenzó a trepar tan rápido como su cuerpo se lo permitía pero inevitablemente Stevie seguía puntero. Nose porque motivo, pero deseaba con todas mis fuerzas que el que ganase fuese Steven.

La verdad es que si se la razón; Antes de comenzar el primer juego de ésta excursión el guía nos ha dicho que al final de la semana descubriremos cuál equipo ha sido el que verdaderamente supo trabajar en equipo y como recompensa de eso sería su victoria.

Y la verdad es que el que verdaderamente se merece ganar es el equipo de Steven, pues durante toda la semana se han estado esforzando muchísimo pero de igual forma siguen en segunda posición aunque de todas maneras su capitán les alienta a seguir adelante. Por otro lado, mi equipo no ha perdido un sólo juego, porque Zac siempre nos alienta a hacer el trabajo sucio y a último momento cuando ganamos el juego, se lleva el mérito él sólo. Justo como lo está haciendo ahora mismo.

-Vamos Steven, tu puedes-. Gritaban todos los de su equipo. Mientras que los integrantes de mi equipo no decían palabra alguna para apoyar a Zac pues todos estábamos cansados de la forma en que nos trataba.

-Vamos Stevie-. Grité uniéndome a la hinchada del equipo contrario y cuando Stevie reconoció mi voz quedó sorprendido de que yo lo alentara y resbaló unos metros dando ventaja a Zac. Mierda, eso era todo lo contrario a lo que quería.

-Maravillosa jugada, sucia, pero maravillosa-. Habló el asistente observando y cuidando de que no haya accidentes.

Al final, ganamos el juego y como siempre Zac terminó llevándose todo el mérito a pesar de que lo único que él hizo fue escalar la Torre. También él se encargó de recibir el trofeo que por supuesto no nos dejó ni tocarlo.

Al atardecer y después de merendar, cada estudiante empezó a hacer sus maletas pues al día siguiente deberíamos volver al Instituto. Por la noche hicimos una fogata, en donde intercambiamos anécdotas y chistes.

Luego de unas horas, todos estaban durmiendo pero yo no podía hacerlo ¿la razón? No lo sé, pero no me agradaba mucho la idea de estar allí así que salí de la cabaña tratando de hacer el menor ruido posible.

Camine fuera de la cabaña y tome asiento sobre uno de los troncos con la mirada clavada en el horizonte del encinar.

-¿Tampoco podías dormir?-. Escuché la voz de Zac. Asentí con la cabeza fijando mi mirada en él. Joder! No me había dado cuenta de que se encontraba sin remera.

-¿Qué pasa contigo Zac? ¿Porque te comportas de esa manera en los juegos? Antes no eras asi-. Hablé devolviendo mi vista hacia la nada. El rio falsamente mientras se sentaba en el tronco de al lado.

-Eve, tu no me conoces, no conoces al Zac de antes. Tu sólo conoces al Zac débil que se enamoró de la chica nueva. Lo único que sabes sobre mi pasado es que era mujeriego pero parte de mi pasado también comprende mi soberbia y arrogancia. Tal vez conozcas algo de mi antigua forma de ser, pero no la conoces a su totalidad-. Aseguró.

-No me subestimes, sé más de lo que crees sobre ti. Y si cambiaste para bien, ¿porque estás volviendo a ser como eras antes?-. Pregunté.

-Por la misma razón que cambie mi forma de ser al principio; Por ti. Eres tú la culpable de mis cambios de personalidad y de éste loco amor que siento por ti. Soy tuyo Evelyn, soy todo tuyo y puedes hacer lo que quieras conmigo. Mi cuerpo y alma te pertenecen-. Contestó levantando su mirada pero sin conectarla con la mía.

-No lo pillo. ¿Qué tengo que ver yo con que vuelvas a ser lo que eras antes?-. Pregunté realmente confundida.

-¿Aún no lo entiendes? Antes de conocerte, yo era peor de lo que presenciaste ésta semana. Las personas realmente llegaban a odiarme por como las trataba. Pero luego llegaste a mi vida causando un torbellino de emociones en mi, que me llevaron a amarte y a cambiar mi forma de ser sólo por ti. Pero ahora con todo éste tema de ese tipo que folla contigo te estoy perdiendo e inivetablemente estoy voviendo a ser como era antes. Te estoy perdiendo...mi niña pija.

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La Nueva Y El MujeriegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora