-Escucha, quiero que lo tomes con calma; Te vas a casar con el hijo de uno de mis socios, es un poco mayor que tú pero...-. Habló mi padre pero no lo dejé continuar.
-Que!!!!?-. Eso si que no lo voy a permitir.
-Evelyn deja terminar a tu padre!-. Exigió mi madre.
-Bueno, en realidad no hay mucho más para decir, sólo que el viaje es en cuatro días y que la desición ya está tomada, lo siento pequeña-. Habló mi padre.
-Lo sientes? Sólo dirás eso? No te basta con separarme de mis amigos año tras año por tu estupido negocio, sino que ahora por la misma razón hasta me quieres casar con alguien que no conoszco de nada...-. Dije cuando las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas. Mis padres me ignoraron completamente.
-¿Quienes saben de esto?-. Volví a hablar tras su silencio.
-Mis socios, tu pretendiente, nosotros y...tu hermano-. Contestó a mi pregunta.
-¿Mi hermano lo sabia? ¿Desde cuando?-. No puedo creer que me haya ocultado algo así.
-Desde que lo llamamos para avisarles de la mudanza a Inglaterra-. Habló mi padre.
-No te enojes con él, yo le pedi que no te dijera nada. Queríamos que te enteraras por nosotros-. Agregó rápidamente mi madre al notar mi cara de enojo. Después de eso, sólo me dieron la espalda y se dirigieron a su habitación, yo hice lo mismo.
Pero, ¿como no enojarme con él? Una cosa es que no me lo haya dicho porque mi madre se lo haya pedido, pero otra muy diferente es que me felicite por estar al fin con el hombre que amo sabiendo que no durará nada por una boda que está organizando mi padre.
[.....]
Hace ya tres horas estoy en mi habitación tumbada en mi cama, mirando el techo. Deje de llorar hace una hora, no por falta de ganas, sino por falta de lágrimas de tanto llorar. No se que hacer, no tengo opción; ya que cuando algo se le mete en la cabeza a mi padre no hay quien lo haga cambiar de opinión.
¡Ring! ¡Ring!- Suena mi celular por quinta vez, al igual que las veces anteriores no le doy importancia. Cinco minutos más tarde decido mirar la pantalla del móvil.
Cinco llamadas perdidas de: Zac
No estoy lista para hablar con él, no estoy lista para decirle que no logré que mis padres me dejaran quedar aquí y muchos menos para decirle que me quieren casar en Inglaterra con un tipo que no conozco y que es mayor que yo. Asi que sigo tumbada en mi cama media hora más hasta que fuertes golpes en mi puerta me vuelven a la realidad. ¿Será mi madre? ¿O mi padre que viene arrepentido diciendome que la boda se cancela? Ojalá sea la segunda opción...Otros fuertes golpes se escuchan mientras sigo pensando que hacer.
-¿Quien es?-. Hablé temblorosa y sin fuerzas.
-Eve, soy yo, ábreme porfavor-. Escuché la voz de Sheila. Mierda, ¿y ahora que hago?.
-Ya voy...Un segundo-. Le pido que espere, me levanto rápido de la cama pongo mi almohada sobre la parte mojada de mi sábana, voy corriendo a mirarme al espejo ya no tengo los ojos tan rojos pienso, dibujo una sonrisa en mi rostro y me dispongo a abrir la puerta.
Sin dejarme decir ni una sola palabra se tira hacia mis brazos, nos quedamos asi por varios segundos.
-No es justo-. Susurra.
-¿El que?-. Pregunto.
-Lo que te quieren hacer tus padres-. Contestó mi amiga.
-Bueno...-. Hablo torpemente pues no sé que responder.
-Quiero decirte que cuentas conmigo para lo que sea. Siempre puedes encontrar una amiga en mi y cuando sientas que tu mundo se derrumba, aquí estaré para ti. Ah, y por último, no hace falta que disimules conmigo, además esa sonrisa es más falsa que las tetas de Britany-. Hablá Shei intentando sacarme una sonrisa pero sin mucho éxito.
Estuvimos charlando por un muy buen rato, es más, creo que hablamos toda la tarde y yo solo pensaba que era afortunada por haberla conocido, y no solo a ella, por haber conocido a cada uno de mis amigos de aquí; Sheila, Sthefy, Zac, Rich, Thomas, Mike, Marcus, Stevie y Cam...
El día del viaje
Los días pasan muy rápido, especialmente cuando quieres todo lo contrario. Al final, los únicos entre mis amigos que saben sobre la dichosa boda son: Sheila, Sthefy y Thomas.
Hace unos 45 minutos me encuentro en el aeropuerto con mis padres esperando nuestro vuelo. De repente escucho mi nombte a mis espaldas. Y ahi están, todos mis amigos, reunidos, con globos, carteles, flores y otras cosas para despedirme. No puedo evitar que las lágrimas corran por mis mejillas.
-¿Que hacen Pochoclos?-. Dice Thomas sonriente y luego me abrazó. Hace tanto que no lo oía saludarme así.
-¿Que hacen Patatas?-. Respondí como de costumbre devolviendole el abrazo.
-No te olvides de mi-. Dijo Rich con una sonrisa triste.
-Nos volveremos a ver-. Aseguró Sheila con añoranza en sus ojos.Y así fui saludando y a la vez despidiendome de cada uno de mis amigos incluyendo a mi hermano, hasta llegar a Zac...
-Zac-. Digo abrazandole lo más fuerte que puedo.
-Lo siento-. Susurra en mi oído sin soltarme de su agarre. Lo siente ¿por qué?
-¿Por qué?-. Pregunto curiosa.
-Por prometer algo que no sólo no cumplí, sino por prometer algo que sabía que no lo podría cumplir, pero igual lo hice-. Confesó. No entendí en ese momento a que se refería pero luego de unos segundos recordé la promesa que me había hecho de que no dejaría que nos separen.
Pasajeros con destino a Inglaterra, favor acercarse a la puerta número 4.
-Hija, es hora-. Dijo mi padre apoyando una mano sobre mi hombro. En ese momento me separé de Zac, él me miró fijamente y luego me entregó una tarjeta, pero no sin antes pedirme que la abra cuando llegue a mi nuevo hogar.
Retrocedí dos pasos, miré fijamente pero con tristeza a cada uno y me prometí no olvidarlos nunca a ellos, ni los recuerdos vividos con ellos.
Me ecuentro sentada en el avión, mirando la ventana y preguntandome si ésta será la última vez que abandono a las personas que amo...
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Perdón por la demora pero aquí está el capítulo número 30!!
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La Nueva Y El Mujeriego
Teen Fiction-Y si cambiaste para bien, ¿porque estás volviendo a ser como eras antes?-. Pregunté. -Por la misma razón que cambie mi forma de ser al principio; Por ti. Eres tú la culpable de mis cambios de personalidad y de éste loco amor que siento por ti. Soy...