«contra la pared»

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joelsvodka, espero te guste corazón 😈😏😉

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—Creí que nosotros no seriamos ese tipo de pareja. —Joel resopla frustrado, cerrando la puerta del apartamento.

Él y su novia han pasado todo el día en mueblerías, buscando los muebles perfectos para decorar el apartamento al cual se acaban de mudar. La pelinegra lo vuelve a ver con el ceño fruncido.

—No me mires así, sabes que tengo razón. —bufa por lo bajo.

—Pero necesitamos los muebles. —ella se cruza de brazos. —no tenemos nada en este apartamento. —vuelve a ver el lugar vacío. —necesitamos los sofás para... —

—¿Para qué? —el rizado la interrumpe, mirándola con una sonrisita de lado.

—No para eso, sucio. —pone los ojos en blanco, caminando para la cocina.

Joel no deja que dé un paso más, la toma de la cintura y la pone contra la pared.

—Te voy a demostrar que no necesitamos muebles para esto. —le susurra al oído, mordiendo su lóbulo suavemente.

—Hm... —la pelinegra deja salir un gemido ronco.

El rizado comienza a besarle el cuello, succiona, lame y muerde como a ella le gusta. Sus manos viajan por todo su cuerpo hasta llegar al borde de su camisa. De un solo movimiento la deja en sostén, sus besos bajan por su espalda hasta llegar al broche. Sonríe contra su piel antes de desabrocharlo y dejarlo caer al piso. La presiona contra la pared, haciendo que sus tibios pezones hagan contacto con la fría pared.

—Joel. —ella jadea, moviendo sus caderas de un lado al otro.

El rizado baja por su espalda hasta llegar a sus jeans, desabotona estos y lentamente los baja. Sube por sus piernas, dejando besos por su paso hasta llegar a sus nalgas. Succiona la piel de una, y con su otra mano masajea la otra. La pelinegra se retuerce contra la pared, empinándose un poco más para darle más acceso. Joel deja caer una palmada ruidosa en su nalga, haciéndola saltar y lucir un poco drogada por el éxtasis.

—Diablos gatita. —aprieta una de sus nalgas, dejando una marca en su piel. —Hm... —jadea contra ella cuando su lengua hace contacto con la piel marcada.

—Oh sí. —ella mueve sus caderas, tratando de obtener más fricción.

Poco a poco, él sube por su espalda otra vez, hasta llegar a su cuello nuevamente. Acomoda su cabello al lado contrario para poder devorarle el cuello a besos como él quiere. Sus manos viajan a su vientre, trazando patrones desconocidos en este hasta que llegan al elástico de sus bragas. Pone una de sus manos debajo de la tela, haciéndola jadear con anticipación.

—Ah. —sale sus labios cuando su dedo índice traza su vulva de arriba hacia abajo.

—Estás toda mojada para mí. —Joel le susurra al oído, introduciendo unos de sus dedos entre sus labios vaginales. —¿lo quieres? —pregunta con voz ronca.

—Si, si. —asienta con la cabeza, cerrando los ojos para disfrutar más de la sensación.

—¿Si lo quieres? —deja salir una bocanada de aire caliente contra su piel.

—Si, si... —se retuerce contra él. —por favor. —ruega casi sin aliento. —oh. —jadea, dejando caer su cabeza hacia atrás, en el hombro de Joel cuando la yema de su dedo hace contacto con su clítoris.

—¿Te gusta, gatita? —pregunta en un tono pícaro, sonríe contra su piel.

—Si. —mueve su cabeza hacia un lado, dejando sus labios a centímetros de los del rizado. —bésame. —ordena con ansias.

𝖔𝖓𝖊 𝖘𝖍𝖔𝖙𝖘 • 𝕵𝖔𝖊𝖑 𝕻𝖎𝖒𝖊𝖓𝖙𝖊𝖑 • +𝟷𝟾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora