«en el escritorio»

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Joel Pimentel, el CEO y dueño de las compañías Pimentel esta frustrado después de leer el correo electrónico de uno de sus clientes mas importantes. No puede creer que su suerte sea tan mala que ahora tiene que trabajar con su rival, Jared Burrows, la CEO y dueña de Industrias Burrows. El teléfono de su oficina suena, sacándolo de sus pensamientos.

—Si... —dice en un tono neutral.

—La señorita Burrows está aquí para su cita de las 2. —su asistente informa, su voz sonando un poco temblorosa.

Todos sus empleados saben la tensión entre las dos empresas.

—Hazla pasar. —dice, acomodando su corbata.

Se acomoda en su silla como si fuera el rey del mundo. Pone una expresión neutra en su rostro cuando escucha la puerta de su oficina ser abierta. Mira a la pelinegra de pies a cabeza, el traje que trae puesto recalca cada una de sus curvas. El escote de su camisa de vestir es impresionante, sus piernas se ven mas largas con los tacones que trae puestos...

—¿Me puedo sentar? —ella pregunta en un tono arrogante.

Joel la quiere ahorcar, apretar sus manos alrededor de su cuello y ver como suplica porque la deje ir. Una corriente de electricidad corre por su abdomen, bajando hasta su media endurecida erección. Pasa saliva con dificultad, moviéndose contra la silla para disimular su erección.

—Por supuesto. —sigue diciendo en un tono neutral.

La pelinegra empieza a balbucear, pero el rizado no la esta escuchando. Mira fijamente sus sensuales labios, como se mueven con delicadeza con cada palabra que dice. Su mente le juega una pasada sucia, haciéndolo que imagine esos labios rojos alrededor de su polla, dejando marchas rojas por el labial en su grosor. Baja su mirada por su cuello, lamiendo sus labios por tan solo imaginarse que tan suave es su piel. Cuando llega a sus senos, su polla da un espasmo, endureciéndose aun más.

—Pimentel. —ella dice en un tono enojado. —ni siquiera me estas prestando atención. —agrega en un tono molesto.

Pero vaya que si le esta poniendo atención, dios sabe que si le esta poniendo atención, solo que no en lo que ella esta diciendo. Ella se levanta de la silla hecha una fiera, caminando de un lado al otro en la oficina. Joel le presta atención al bien formado trasero de la pelinegra, lame su labio inferior seductoramente...

—Yo no entiendo como un cliente tan importante puede hacer negocios contigo. —ella espeta furiosa. —eres un mal educado... egocéntrico, hijo de... —

Joel se pone de pie y camina para donde ella esta. La toma de la cintura, acercándola a su erección, frotándola contra esta. Toma sus labios en un beso arrebatado, succionando su labio inferior con fuerza. Ella gime contra su boca, retorciéndose contra la dura erección contra su sexo. La mano del rizado baja hasta una de sus nalga, apretando esta, haciéndola que gima de nuevo. Las manos de la pelinegra van al cinturón del magnate, deshaciendo este y el botón del pantalón de vestir. Baja los pantalones junto a sus bóxeres, dejándolos en sus tobillos.

—Mucha ropa. —él apenas puede balbucear al sentir el contacto de la pelinegra en su dolorida erección.

Con una mirada seductora ella le dice que la desnude, él entiende y desabotona su camisa de vestir. Baja su boca a sus pechos, a la parte que no están cubiertos con el sostén y succiona. La pelinegra arquea la espalda del placer, enredando sus dedos en los rizos del magnate. Él termina de quitarle la camisa y la chaqueta, dejándola en sostén, a tientas encuentra el zíper de su falda, bajándolo hasta que esta cae a sus pies.

𝖔𝖓𝖊 𝖘𝖍𝖔𝖙𝖘 • 𝕵𝖔𝖊𝖑 𝕻𝖎𝖒𝖊𝖓𝖙𝖊𝖑 • +𝟷𝟾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora