D1

309 71 13
                                    

—El hombre que tiene miedo sin peligro, inventa el peligro para justificar su miedo, ¿lo sabías?

—¿Qué?

Joshua dejó caer al suelo la copa de vino que sostenía con su mano derecha.
Miró fijamente a Jeonghan como esperando una respuesta.

—Mírate... ¡Míranos! Somos perfectos, tanto el uno como el otro.

Joshua se levantó del sillón en el que estaba sentado y se acercó al chico que lo acompañaba, quedando a escasos centímetros de su cara.
Le sonrió con aquella sonrisita que conocía tan bien, pero a la cual ya se había acostumbrado y que acababa por gustarle.
Ambos se miraron a los ojos, sin decir ninguna palabra, no hacía falta.
Pasaron un poco de tiempo así, contemplándose, Joshua seguía pensando que eran perfectos y Jeonghan... Él no pensaba, se sentía como un robot, estático, con la mente en blanco.
Al cabo de un rato, Joshua se separó, se dirigió hacia el sillón donde estaba sentado antes y recogió todos los pedacitos de cristales rotos de la copa que había tirado antes.

Le llamó la atención un trozo del cristal, mucho más puntiagudo y filoso que los demás. Pensó que sería fácil cortar cosas con él.

Agarró con el trozo de cristal con ambas manos y apretó con todas sus fuerzas, hasta que escuchó un crujido.
Abrió las manos, había roto en más pedacitos el cristal, a cambio de unas manos llenas de cortes, ensangrentadas.
Pero no le dolía en absoluto, al contrario, en aquel momento descubrió que le encantaba ver sus manos de aquella forma. Temblorosas, débiles, llenas de sangre, pero a la vez hermosas.

—Jeonghan, mira.

El chico le mostró sus manos con toda la ilusión del mundo, pero no recibió ninguna respuesta. Volvió hacia él y colocó ambas manos en las mejillas del mayor, tiñiéndolas del aquel color rojizo algo oscuro.
Al hacer eso, consiguió por fin una reacción del chico, que quitó de forma brusca las manos de su cara.
Joshua sonrió de nuevo.

—Tienes miedo, sin peligro.

—El peligro eres tú, psicópata.

Ambos rieron por aquella estúpida conversación que estaban teniendo, quizá una de las más raras pero a la vez más interesante de todas.
Lo mejor de todo era que se comprendían el uno al otro pero a la vez no. Se amaban y se odiaban.

Pero sobre todo y lo más importante era que se sentían como una sola persona.

⌗ THE SAD MAN ♡̷̷%՞˖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora