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“Hey, ¿sabías que todas las caras que ves en tus sueños, las has visto anteriormente en tu vida real?

Aunque no te lo creas, es cierto, todas las caras que hayas visto en el mundo onírico, las viste en alguna parte.

¿Recuerdas esas grandes multitudes de tus sueños? ¿O en los que había personas extrañas? Seguramente hayas visto a esa gente alguna vez en tu vida, pero tú no lo recuerdas.

Por qué, te preguntarás. Bueno, es porque tu cerebro no es capaz de crear caras por sí mismo. Simplemente no posee ese tipo de poder.

Así que... ¿Recuerdas a los monstruos que veías en tus pesadillas, aquellos con la cara pálida, alargada, y con dientes grandes y afilados? Tu cerebro no los creó. En realidad los viste en alguna parte, pero no lo recuerdas.

No lo quieres recordar.”

Jeonghan dejó la carta que acababa de leer encima de la mesa. Pensó en lo que había leído, ¿significaba eso que había visto anteriormente a aquel chico de la máscara y no se acordaba de él, pero igualmente lo veía en sueños?

Todo era tan extraño para él. La carta sin remitente, los sueños que tenía todas las noches...
Decidió volver a guardar la carta en el sobre cuando se dio cuenta de que había un papelito más dentro.
Lo sacó y leyó lo que ponía. Eran tres direcciones.

Una de ellas era el parque que estaba cerca de su casa, otra era una dirección bastante a las afueras de la ciudad, y la última fue la que más le llamó la atención. La dirección de su casa.
Pensó que quizá era para que el cartero llevase la carta hasta allí, pero entonces, ¿por qué iba metida en el sobre?
Lo miró, ahí iba también la dirección, así que no había sido por eso.

Pero en general, no le dio demasiada importancia, lo más probable era que fuese una broma de mal gusto o algo de algunos de sus compañeros de trabajo.

Dejó pasar el tiempo mientras hacía otras cosas. Llegada la noche, empezó a sentir el ambiente extraño, como diferente por el día. Pensó que a lo mejor se debía a la bajada de temperatura o algo, pero en el fondo sabía que no era eso.

Un impulso de estupidez le hizo abandonar su casa y dirigirse hacia el parque que había en la carta. Seguramente a esas horas ya estaba vacío y como mucho quedarían allí vagabundos inofensivos, más o menos.

El camino de ida se le hizo demasiado largo. Al principio sentía como si estuviese caminando en círculos, y al final, justo cuando tenía el parque delante de su cara, parecía que no llegaba nunca. Pero por fin, cuando lo pisó, sintió una extraña sensación. La temperatura parecía haber disminuido aún más, no se escuchaba absolutamente nada a pesar de haber tráfico por la calle, no había nada de viento, pero lo que más escalofríos le daba era esa inmensa sensación de sentirse observado.

⌗ THE SAD MAN ♡̷̷%՞˖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora