Capítulo 10. Intentos fallidos.

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Una vez finalizado el concierto los tres chicos se disponen a abandonar la pista, George para volver a casa, y Mary y Dana para ver a los integrantes del grupo. Las chicas se despiden de George, y mientras que Mary lo hace con dos besos cordiales, Dana y él se unen en un abrazo tras el cual se sonríen mutuamente.

  - Me lo he pasado genial, y debo decir que llevas bastante bien el ritmo- dice el chico riendo, refiriéndose al momento en el que han bailado entre la gente.
  - Es una de mis muchas cualidades- bromea la chica, también riendo- ¿Nos vemos pronto?
  - Claro. Cuando quieras.

Tras decir esto, le dedica un último apretón de manos a la chica para terminar alejándose de ella. Una vez que Dana vuelve a la realidad, se da cuenta de que Mary ya ha ido en busca de los chicos de la banda, así que retoma rápidamente si camino y, en menos de un minuto, ya se encuentra envuelta en los brazos de Brian y Roger, que no caben en si mismos de la emoción; también se acerca a John para darle la enhorabuena y, por su parte, Freddie la saluda con un gesto con la cabeza y un guiño mientras continúa sus coqueteos con la chica rubia.

  - ¡Ha sido fantástico!- comienza a decir Dana- la gente estaba alucinada con vosotros.
  - ¡Lo sé! Ha sido increíble- comenta Brian con ilusión.
  - ¿Y habéis visto como bailaban todos?- pregunta Roger con orgullo.
  - Eso que sepáis que ha sido, en parte, gracias a vuestra mejor amiga- suelta Mary señalando a Dana. Inmediatamente todos dirigen su mirada a la aludida, que se sonroja por toda la atención repentina-. Ha sido ella la que se ha puesto a bailar en la primera canción para animar a la gente, que estaba pasmada con tú actuación- esto último lo dice señalando a Freddie, que sonríe visiblemente satisfecho con su efecto en el escenario.
  - ¿Es cierto?- pregunta Roger a la chica.
  - Bueno, yo...
  - Si, cariño- interviene Freddie interrumpiendo a Dana-. Yo he visto como ella empezaba a bailar mientras los demás solo me miraban impresionados. Que le vamos a hacer, soy demasiado enigmático, y si no llega a ser por ella, todos se habrían quedado ahí, hipnotizados conmigo.

Como no, Freddie tiene que añadir su toque al final. Este guiña un ojo a Dana, y la chica ríe por su comentario intentando no darle importancia al hecho de que aún todo el mundo continúa con su mirada puesta en ella.

John y Mary la miran sonriendo ampliamente; Brian le dedica también una sonrisa, pero esta es cálida y muestra la gratitud que quiere transmitirle a su amiga por el apoyo; y Roger, por su parte, la mira fijamente a los ojos mientras también sonríe, pero de una forma más sutil y, a su vez, más potente que los demás, mientras le dedica una mirada cariñosa y sincera que muestra, en cierto modo, admiración por lo que ha hecho.

Dana sostiene su mirada fijamente, disfrutando la sensación que le transmite, hasta que es la voz de John la que interrumpe su pequeño momento:

  - ¿Volvemos dentro y nos tomamos algo para celebrarlo?
  - Pensé que nunca lo dirías, Deacy- bromea Freddie mientras comienza a caminar con Mary cogida por los hombros.

Todos caminan de nuevo hasta el interior del bar, pero Roger poco a poco se aproxima a Dana y ella le espera; cuando ya están juntos, comienzan a andar a paso lento, tanto que ya son varios metros los que les separan de sus amigos.

  - Así que tú eres la encargada de animar nuestros conciertos- bromea Roger con una sonrisa de medio lado-. Nuestra fan número uno.
  - Yo siempre seré vuestra fan número uno, y lo sabes- dice ella con una sonrisa.

Ambos se miran un instante, en el que Roger aprovecha para rodear la cintura de la chica con un brazo y atraerla aún más a él. Para ese momento, los dos ya se encuentran solos en la parte de atrás del local, ya que los demás ya han entrado hace un rato. En ese instante, Dana nota como Roger está acercándose, de nuevo, más de lo habitual, y decide intentar poner calma entre ellos.

  - Rog- al decir esto se gira para quedar cara a cara con él mientras paran un momento junto a la puerta. La distancia que les separa es escasa, pero aún así ella se dispone a lanzar su pregunta- ¿Brian sabe lo que pasó entre nosotros antes de que yo me fuera?

Esa es una pregunta que le lleva rondando la cabeza desde hace tiempo y que le puede ayudar a abordar otros temas como, por ejemplo, el que nunca más vaya a pasar nada entre ellos. Cuando al día siguiente de acostarse hablaron de ello, acordaron que se lo contarían a Brian con total sinceridad, pero únicamente si surgía el tema. Con ella al teléfono nunca pasó, así que por descarte solo queda que lo sepa por Roger, o que no lo sepa (algo que Dana duda por completo con la cantidad de pullas que Brian le lanza a su otro amigo cuando este se acerca tanto a ella). Tras una pequeña pausa, Roger finalmente responde:

  - Si, se lo conté un par de semanas después de que te fueras- tras decir esto el chico suelta un pequeño suspiro, aún pegado a la chica. Están tan cerca que Dana puede notar su aliento en la cara-. Le sorprendió un poco, como es normal, pero le aseguré que todo iba a seguir igual, y que nosotros lo habíamos hablado y estaba bien.

La chica mira un momento a sus cuerpos unidos antes de contestar para pensar como hacerlo sin soltar algún reproche. Todo no había sido como siempre, ya que él no había querido hablar con ella tan frecuentemente como Brian, y obviamente, si hubieran tenido una comunicación normal, ella podría haber sabido de esto mucho tiempo antes.

  - Podrías haberme dicho por teléfono que ya lo sabía...- es lo único que llega a decir Dana. Acto seguido, se cubre la cara con una mano mientras niega con la cabeza - Que vergüenza
  - Tranquila, no le costó nada asimilarlo, y ya ves que no está diferente. Me aseguró que no pasaba nada, y no te lo dije por eso. No veía necesidad de revolverlo más- tras decir esto, Roger aparta cuidadosamente la mano de la chica de su cara. Lame sus labios y echa una rápida mirada a los de la chica, algo que la pone en alerta-. Y yo creo que tampoco le importaría si vuelve a suceder algo...

Dana gira rápidamente la cabeza cuando ve que su amigo se aproxima a ella con intención de besarla. Pero este, lejos de darse por vencido, comienza a darle besos en el cuello a la chica, intentando que así ceda ante sus peticiones.

  - Roger...- dice la chica con voz de cansancio mientras cierra los ojos y suspira, a la espera de que su amigo pare con lo que está haciendo.

Al ver que ella no cae rendida a sus encantos, se aleja ligeramente de ella (aún sin soltarla) y suspira él también. Ahora Dana vuelve a mirarle y ve como una pequeña sonrisa continúa extendiéndose por su rostro, a pesar del rechazo de ella.

  - Bueno, no hay porque tener prisa- dice este encogiéndose de hombros y guiñándole un ojo a la chica, aún sonriendo-. De momento, vamos dentro. No me apetece una charla de Brian por estar contigo a solas mucho tiempo.

Entonces Roger suelta a la chica de la cintura para ahora solo agarrarle la mano y así guiarla entre la gente del local. Ella solo niega con la cabeza ante la afirmación de su amigo; él asume que acabará cayendo rendida a sus pies, pero lo que él no sabe es que ella ya está acostumbrada desde niña a su melena dorada, sus brillantes ojos azules y su carismática sonrisa, por lo que no le impresiona ninguno de sus trucos.

Está casi segura de que nada podrá intervenir en su intención de no destruir su grupo de amigos.

Pero aún no sabe del todo si, en este juego, la ingenua es ella o es Roger.

Somebody to love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora