Somebody to love

Capítulo 28. El mal anfitrión.

1980

El tiempo siguió pasando, y la relación entre los chicos de Queen cambió bastante durante esos últimos años.

Freddie le contó a Mary que es gay justo cuando volvieron de su gira, y para la chica al principio no fue nada fácil; volvió un tiempo a casa de su padre hasta que se atrevió a volver a hablar con Freddie, y ahora siguen siendo, a pesar de todo, muy buenos amigos; de hecho, el cantante le pidió a la chica que no se quitara el anillo de pedida que le dio cuando se comprometieron, y ella lo ha hecho así.

Por su parte, él empezó a tener como una especie de relación con Paul, algo que a los demás no les agradaba en lo absoluto; en muchas ocasiones los chicos decían algún comentario que Dana escuchaba y podía notar cierto enfado de su parte hacia Freddie.

Brian y Roger (y sobre todo este último) eran los que se desahogaban con su amiga más a menudo, diciéndole que el cantante cada vez tenía más cambios de humor y más subidas de tono de lo habitual, y que muchas veces perdían la paciencia con él.

Dana les animaba a que intentaran ignorarle cuando se ponía en ese plan y que no dejaran que Paul interviniera en la banda y los separara, pero la chica en realidad también entendía su molestia con el cantante; ella también sentía que su amigo ya no era el mismo desde que empezó a salir con Paul y otra gente, pero ella no es nadie para opinar en su vida, así que solamente le queda esperar a que se dé cuenta de lo que no le conviene antes de que sea tarde.

A parte de sus problemas con la banda, los chicos habían empezado a llevar a cabo varios proyectos en su vida personal, como por ejemplo, encontrar una pareja estable.

John conoció a una chica que, como él, es bastante agradable y algo tímida; ambos congeniaron enseguida y el bajista empezó a hablar de su amiga Verónica con mucha ilusión; llevaban varios años juntos y, a día de hoy, están comprometidos.

Brian también conoció a su novia actual, Mónica, hace un par de años; aunque ellos aún no hayan pensado en dar un paso más, su mejor amigo le confesó a Dana que no duda que ella sea con quien acabe casado un día, y su amiga se alegra mucho; le parece una chica muy adecuada para su mejor amigo y, desde que se conocieron, se lleva muy bien con ella.

Y luego Roger, sigue con su habitual costumbre de ir de flor en flor sin miramientos; después de disculparse con Dana, cumplió su promesa de no volver a intentar tener algo más con ella, y llevan desde entonces teniendo una buena amistad con la que la chica está muy contenta.

Lo suyo con Roger en Rio solo lo llegó a saber Freddie, y fue porque el chico insistió mucho preguntándole porque ella y el batería se dejaron de hablar tanto tiempo durante la gira; la chica se lo acabó contando, y él cumple aún a día de hoy la promesa de no contárselo a nadie.
Dana por su parte, sigue con su trabajo en la clínica y está muy satisfecha con lo que hace día a día desde hace años; aunque ahora mismo no tiene nada tan serio como sus otros dos amigos con nadie, ha estado con un par de chicos a lo largo de los últimos años, y de momento le sobra; para Dana ahora mismo no es una inquietud el encontrar a alguien para formar una familia; ella ahora mismo quiere seguir viviendo su vida independiente, y cuando llegue el momento de algo más ella lo sabrá. Por el momento, solo quiere seguir con lo que hace con la compañía de sus amigos, familia y, claro está, Tom.

Esa noche todos se encontraban en la nueva mansión de Freddie; el cantante había montado una fiesta monumental por todo lo alto, y allí se podían encontrar todo tipo de personas: enanos, contorsionista, chicas en ropa interior montando en bicicleta, personas con pelucas y ropa muy extravagante, y hasta algún sacerdote.

Dana se arregló para la ocasión con un vestido corto ajustado, con escote y de color rosa muy claro; su pelo ondulado cae suelto por su espalda, junto con un ligero maquillaje; sin duda, ella es la persona más simple de toda la fiesta.