Capítulo 14. Satisfacción.

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Esa mañana hay mucho movimiento en la clínica donde trabaja Dana. Es privada, por lo que allí suelen ir personas que necesitan atención de especialistas, terapia (ya sea por estrés o por algún trastorno leve), o empleados de algunas empresas que han contratado a la clínica y que van para hacerse los típicos chequeos anuales; la chica también baraja la posibilidad de que muchas de las personas que se encuentran allí sean empleados estresados que buscan una baja.

De momento, Dana ha ido allí un par de días; el tercero lo pidió como día libre por asuntos propios, aunque en realidad lo que hizo fue pasar toda la noche despierta mientras sus amigos grababan un disco. Tras pasar todo el día anterior descansando y haber dormido en casa de George, hoy la chica se encuentra de nuevo en forma para el día de trabajo.

Entrar a la pequeña sala en la que pasa consultas, deja su bolso y se pone una bata blanca que le dieron al empezar a trabajar allí; no se la abrocha del todo, dejando así a la vista parte de su ropa.

Sale de su consulta para buscar a Emma, la chica que la recibió en su primer día y que ha estado con ella durante todo el tiempo que lleva allí. Ella es la secretaria de la clínica, y se encarga de enseñarle a Dana donde se encuentra cada cosa, a quien debe acudir en ciertas situaciones, como debe ordenar sus historiales en el archivo y en que se basa su agenda. Ambas son más o menos de la misma edad y desde el principio congeniaron bastante; Emma tiene una personalidad muy abierta y energética que le agrada mucho; es algo más baja que Dana, tiene pelo castaño oscuro y rizado (igual de rizado que Brian), y bajo la bata blanca que tampoco lleva abrochada del todo, deja ver un cuerpo con curvas muy pronunciadas.

- ¿Lista para introducirte totalmente en el asunto?- pregunta la secretaria cuando ve a la chica nueva llegar a su mesa. Esta solo sonríe y asiente.

Aunque Dana lleva allí un par de días, hoy es el primero en el que va a pasar consulta desde que llegó. Tiene muchas ganas de empezar a hacer su trabajo, pero a su vez no puede evitar estar nerviosa.
Emma se levanta y comienza a andar con ritmo ligero hacia la sala de espera, y la otra chica le sigue de cerca.

- Ya sabes que normalmente te pasaremos las consultas de pacientes externos, es decir que de los empleados de empresas y todo eso se encarga el otro psicólogo. Te ha tocado la parte más entretenida.
- Eso es cierto- agradece Dana.

Cuando llegan a al puerta de la sala de espera, Emma echa un pequeño vistazo hacia el interior antes de volver a mirar a Dana.

- De momento... ¿Cómo se te dan los niños?- pregunta la secretaria.
- Tengo un hermano pequeño y soporto sus chistes malos sin perder la paciencia. Soy buena en mi trabajo- bromea la chica nueva.
- Entonces estás lista para cualquier cosa- Emma ríe tras contestar. Ambas tiene un sentido del humor parecido, y por eso han podido llevarse bien tan pronto. La chica vuelve a mirar dentro de la sala de espera, y ahora llama a alguien-. Luke, ya puedes venir.

A los pocos segundos aparece una mujer con un niño de unos nueve años más o menos, de pelo castaño y rizado y mirada risueña; Dana saluda a la madre con la mirada y le dedica al niño una sonrisa que él le devuelve.

- Señora Johnson, esta es Dana Jones, va a ser la psicóloga de Luke- les presenta Emma.
- Encantada- Dana extiende la mano y la mujer la acepta mientras sonríe.
- Lo mismo digo. Seguro que vamos a ser muy buenos amigos, ¿Verdad, Luke?- el chico asiente repetidas veces ante la pregunta de su madre, y la chica nueva no puede evitar reír.
- Vamos a la consulta entonces.

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