Somebody to love

Capítulo 17. Roturas y decepciones.

Han pasado un par de meses desde la aparición de Queen en la BBC, y desde ese día el grupo ha tenido aún más éxito. Han dado bastantes conciertos por todo el país, y Killer Queen se ha convertido en uno de los temas más conocidos en Inglaterra.

Por otro lado, Dana continúa su trabajo en la clínica y cada día va a trabajar con bastante entusiasmo; sigue teniendo como compañero de piso a Tom, que ha resultado ser un gato bastante cariñoso, que aún sale de vez en cuando a pasearse por los tejados de los vecinos y que no da ningún tipo de problema a la chica.

Es viernes por la tarde, y ahora ella espera a George, que llamó hace un rato para avisarla de que iba a ir un rato a su apartamento, mientras lee un libro; la chica le espera con impaciencia, ya que le ha dicho que tenía que contarle algo importante. Cuando suena el timbre, deja corriendo el libro sobre la mesa y pasa sus manos por su cabello mientras se dirige a la puerta. Al abrirla se encuentra a George mirándola con una sonrisa, y ella no tarda el hacer lo mismo.

- Hola- saluda el chico ya dentro del apartamento.

Cuando Dana ya ha cerrado la puerta y se dispone a girarse para mirar a su invitado, George se apresura a pegarse a ella y besarla con fuerza; la chica primero se ve impresionada por la pasión repentina, pero no tarda en reaccionar devolviéndole el beso y pasando sus manos por el cuello de él. Tras unos segundos ambos se separan, y es entonces cuando Dana mira la cara del chico y puede ver que algo le preocupa.

- ¿Vamos al sofá?- propone la chica al ver la expresión de la cara del chico.

George asiente y ambos se dirigen al pequeño salón. Una vez allí, el chico saluda a Tom acariciándolo varias veces antes de tomar asiento. Cuando ya se ha acomodado en el sofá, dirige su mirada a la mesita de centro y al ver el libro sobre la mesa no puede evitar sonreír, ya que es el que le regaló a la chica por su cumpleaños. Dana capta el gesto y también sonríe.

- Debe ser la tercera vez que lo leo. No me canso de él.
- Me alegro mucho de que te guste.

Tras contestar, George dirige una mirada al suelo y entonces es cuando ella le coge la mano, ya sentada junto a él.

- Cuéntame.

El chico respira como si estuviera cogiendo fuerzas para ese momento, y mira a la chica a los ojos antes de empezar a hablar.

- Hoy en el trabajo mi jefe me ha llamado a su despacho... tenía que hablar conmigo de una cosa importante- Dana asiente ante sus palabras temiendo que le hayan despedido; George es arquitecto y adora su trabajo, que lo echen sería muy duro para él y la chica odiaría verlo destrozado por ello-. Por lo visto, en Italia se empezará en un par de semanas un proyecto muy importante... la construcción de una serie de edificios que más tarde serán para oficinas o algo así. El caso es que me ha dicho que, si quiero, uno de los puestos sería mío. Dice que tengo bastantes capacidades para el trabajo y que además me abriría muchas puertas, aprendería mucho al trabajar con más arquitectos importantes y por supuesto, aumentaría el sueldo...
- Eso es fantástico George- dice Dana mientras aprieta cariñosamente sus manos. Inmediatamente, cae en la cuenta de lo que viene a continuación y nota como un nudo comienza a hacérsele en la garganta.
- Aún no he dicho ni que si ni que no, quería hablarlo contigo... ya sabes, tendría que mudarme a Italia. Al menos sería un año y medio.- con cada palabra que dice, la voz de él se vuelve más temblorosa, y llega un momento en el que Dana aparta su mirada de la del chico. Al hacerlo se fija en el libro que él le regaló y su estómago se revuelve aún más.