Capítulo 19. A night at the opera.

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La gira por América fue algo increíble para los chicos; cada noche actuaban en una ciudad diferente, dejando al público con ganas de más aunque ya llevaran dos horas escuchando a Queen sin parar. La gente los adoraba, los recibían calurosamente cuando subían al escenario y coreaban sus letras en cada canción. Los chicos se sentían en una nube cada día al estar allí, tocando delante de miles de personas, llenando estadios y oyendo al público gritar sus nombres.

Dana se unió a ellos como estaba previsto en agosto, y definitivamente fue una de las mejores experiencias de su vida. A la chica le encanta el rock, y formar parte de la gira de una de las bandas más importantes del momento le hizo desconectar por completo de todo. Cada noche bailaba como si no hubiera un mañana, se soltaba la melena y cantaba todas y cada una de las canciones; también asistía a todas las fiestas a las que estaba invitada la banda, y en ellas no paraba de reír con sus amigos y más gente que conoció a lo largo del viaje.

También se sentía como en casa al verse de nuevo en aquel ambiente, recorriendo los típicos barrios estadounidenses a los que estaba acostumbrada, y era ella la que esta vez explicaba las costumbres de allí y guiaba a sus amigos por los lugares, sobre todo el día que fueron a Nueva York. Todos la seguían y la escuchaban con atención, y sus mejores amigos le sonreían y se sentían contentos al ver a su amiga tan en su ambiente; Roger sobre todo era el que más se interesaba en saber los detalles sobre lo que se suele hacer por Estados Unidos y escuchaba con satisfacción a su amiga, que contestaba a todas sus preguntas con entusiasmo.

Si en algún momento se habían distanciado lo más mínimo, este viaje se ha encargado de volver a unirles por completo.

1975

Roger mira su reloj y suspira. John tamborilea con los dedos sobre su rodilla y Brian mira cada dos segundos a la puerta con impaciencia.
Queen, tras su gran éxito durante todo este tiempo, se ha reunido al fin con Ray Foster, un gran productor musical de EMI que puede ayudarles a dar un empujón más a su carrera.

Brian, Roger y John ya se encuentran allí, junto con su representante John Reid, su asistente Paul Prenter, y ahora también su abogado Jim Beach. Dana también se encuentra allí, invitada a la reunión por los chicos del grupo; ella aceptó a ir y ha tomado asiento tímidamente en una silla para no molestar.

Solamente falta por llegar Freddie, que ya empieza a hacer uso de su licencia de estrella de rock impuntual. El productor también espera con impaciencia a que el cantante haga su aparición, y alguna que otra vez lanza resoplidos al aire.

Finalmente, Freddie hace su aparición en la sala y todo el mundo se gira rápidamente a verle nada más escuchar la puerta.

- Hola- saluda Freddie como si nada.
- Llegas tarde- le dice Roger con algo de fastidio.
- Ah, ¿si?- vuelve a decir el cantante.
- Te guardamos un sitio- anuncia John mientras señala al sillón que está al lado del sofá donde están sentados los otros tres.
- Muy amables- termina por decir Freddie mientras se sienta.

Este ahora se encuentra frente a Dana, que está sentada en una silla al otro lado del sofá, quedando así a un lado de Roger. Todos estos asientos se concentran alrededor de una mesita de centro y, justo enfrente de esta, está la mesa del productor.

- Bien ahora que estamos todos, Jim este es Ray Foster- comienza a presentar John Reid-. Ray este es Jim Beach, el abogado...
- No podemos seguir llamándole así- interrumpe Freddie, negando con la cabeza mientras enciende un cigarro.
- Es su nombre- contesta el representante, confundido.
- No podemos seguir diciéndole Jim Beach. Es absurdo, además de lo increíblemente aburrido que suena.

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