Somebody to love

Capítulo 29. We will rock you.

Tras la discusión en casa de Freddie y la salida de Dana, Brian le contó que todos los demás también abandonaron la fiesta. Como era de esperar, el chico le preguntó a su amiga por la indirecta del cantante, y la chica se limitó a decirle que Freddie sabía lo pasó entre ella y Roger cuando eran adolescentes y lo usó de trapo sucio, pero no le confesó que hubo una segunda vez.

A veces se replantea si hace bien en no decírselo a Brian (y, en cierto modo, John es el único que no conoce ninguna de las dos historias), pero en realidad si fuera por ella nadie sabría nada. No es algo de lo que se sienta plenamente orgullosa como para ir contándolo por ahí.

Roger se disculpó con Dana al día siguiente, y le dijo que no merecía estar en medio de sus discusiones y mucho menos tener que ser abochornada de esa forma; ella le aseguró que no pasaba nada, porque verdaderamente vio que el chico estaba dispuesto a defenderla y con él no tenía ningún problema. Con el único con el que se siente aún un poco enfadada, es con Freddie.

Ha pasado una semana, y parece que todo el mundo ha olvidado ese tema. Es por la tarde, y parte de los chicos se encuentran en el estudio para hacer más cosas nuevas para la banda; allí ya se encuentran Brian con Mónica, John y Verónica, Roger y Dana. Todas ellas también se encuentra ahí porque Brian, que fue el que convocó esa reunión de Queen, les pidió también que vinieran, y así lo han hecho. El único que falta por venir es el cantante que, de nuevo, llega bastante tarde.

Al principio han empezado hablando todos juntos sobre cosas que iban surgiendo, pero poco a poco se han ido desperdigando alrededor del estudio cuando ya ha pasado un buen rato sin que Freddie llegara.

Ahora, John se encuentra en un sillón con Verónica sobre sus piernas, y ambos ojean una revista de viajes que Dana supone que será para su viaje de novios; Brian se levantó hace un rato y acabó sentado en la tarima sobre la que suelen tocar los chicos, con la vista fija en el suelo; Dana, por otra parte, se encuentra sentada en un sofá junto con Roger y, a su otro lado en otro sillón, Mónica. Estas dos han estado hablando durante un rato, pero ahora han dejado de conversar y Dana se encuentra con su cabeza en otra parte mientras tamborilea con los dedos sobre sus piernas cruzadas.

Poco a poco, Roger se mueve hacia ella, y la chica lo nota según se va acercando; cuando ya han quedado pegados, el chico comprueba que nadie les mira y se aproxima al oido de la chica para hablarle en un susurro, y ella también se acerca a él para escucharle.

  - Freddie es idiota- es lo que se limita a decir Roger mientras aún mantiene su vista al frente.

Dana, que también mira hacia la pared, suspira; sabe que lo dice por el incidente del otro día. Roger y ella no han hablado tampoco mucho sobre aquello porque la chica no quiere empezar a meter cizaña contra nadie, pero en el fondo está de acuerdo con la afirmación del batería.

  - Si, la verdad es que a veces se pasa- contesta ella encogiéndose de hombros.
  - Tú estás bien, ¿no?- le vuelve a preguntar el chico susurrando, ahora si, mirándola a los ojos. Ella eleva también la mirada y ve como él expresa arrepentimiento.
  - Si, Rog, ya te dije que no te preocuparas. Estoy bien- le contesta ella con una sonrisa para que se tranquilice de una vez. 
  - Cuando te mencionó a ti... no sé como no salte encima de él- contesta Roger negando con la cabeza-. No voy a permitir que se atreva a decir nada de lo que pasó entre nosotros, porque él no tiene que opinar nada. Y mucho menos voy a consentir que insinúe algo contra ti, por lo más mínimo que sea. Antes, que se meta conmigo si quiere y nos liamos a puñetazos.

La chica le observa decir disparates y no puede evitar sonreír ampliamente ante sus palabras. Le resulta bastante tierno que piense de ese modo, y cuando dice cosas de esas la chica siente que verdaderamente puede estar segura cuando está junto a Roger.