-Byakuya yo...-Ni siquiera me salen las palabras. Me encuentro perdido en esos increibles y profundos ojos azules y para colmo aun noto el atolondramiento del alcohol.
-Tu qué, Renji...-Susurra mientras gatea por la cama de manera sexy y felina hasta llegar a mi lado.
Yo permanezco de pie junto a la cama y él se pone de rodillas sobre esta para quedar más o menos a la misma altura. Toma el borde de mi uniforme, a la altura del cuello y tira de él para obligarme a acercarme más. ¡Dios! Puedo sentir su aliento calido contra mis labios.
-Dimelo Renji.-Me susurra.-¿Qué es lo que deseas?
-Yo... -me acerco y cierro los ojos pero, justo antes de rozar sus labios con los mios me detengo y pego mi frente con la suya. Si, sería muy facil dejarme arrastrar y echarle la culpa al momento, al alcohol pero, en realidad sé que no estaría bien aprovecharme de él.-... necesito dormir.
Él se separa de mi y me mira algo confuso pero inmediatamente se incorpora para dejarme libre la cama. Me siento en el borde y entremeto los dedos por el pelo mientras retomo todo mi autocontrol. Si, lo mejor será que durmamos y mañana, iremos a ver a ese tipo y le devolveré a Byakuya. Un destello de preocupación se apodera de mi. ¿Que hará con él?¿Lo devolverá a la pecera esa?¿Lo usara igual que hace con Aizen? Niego con la cabeza e intento sacar esos pensamientos de mi cabeza.
-¿Estas bien, Renji?-La voz preocupada de Byakuya me trae a la realidad. Cuando lo miro siento que así es como debe de verse mi capitan en la intimidad, con alguien que le importe de verdad. Tal vez con su difunta esposa...
-Si, no te preocupes. Vamos a dormir.
Veo como Byakuya no se mueve y lo miro interrogante.
-¿Renji, yo donde duermo?
Mierda, no había pensado en eso. Mi apartamento no es muy espacioso y solo tengo una cama. El sofa es una mierda, lo sé por experiencia. Lo miro y salgo de la cama.
-Venga, metete.
-Pero... ¿y tu?
-Yo dormiré aquí mismo.-Digo tendiendo una manta en el suelo. Será mucho más cómodo que el sofá, eso seguro.
-No, no, no. Yo... esta es tu casa. Soy yo el que debería...
-Tu quedate en la cama. Eres mi invitado y debes hacer lo que yo desee ¿no?-Lo veo dudar antes de asentir con la cabeza.- Pues no se hable más. Duerme. Mañana tendremos que madrugar.
-Podrías venir conmigo.-Susurra desde la cama y por un instante no sé muy bien a que se refiere.- Aquí hay espacio para los dos. Además, hace frío.
-No te preocupes por eso.-Sé que si me meto ahi dentro con él, podríap perder el poco autocontrol que me queda.-Aquí estoy bien. No tengo frío.-Miento.
Unos ruidos extraños me despiertan. Abro los ojos y veo que está empezando a clarear fuera. Miro hacia la cama y veo a Byakuya. Ah, si, es cierto... mi regalo. La verdad es que, es una lástima tener que devolverlo. Si me quedara con él, podría por fin tener algo con él, aunque, tecnicamente no es él pero, tecnicamente es su clon por lo tanto...¡aaaarrrrrggggg! Esto es un lio. Vuelvo a escuchar el ruido que me ha despertado. Es Byakuya, parece removerse entre sueños y no creo que sean muy buenos por la cara de sufrimiento que tiene. Me acerco pero me detengo con la mano a pocos centimetros de su cuerpo sin atreverme a tocarlo.
-¿Ya es de dia?-Le escucho y cuando lo miro me está mirando con esos ojos que tanto adoro.
-Casi. Tenemos que irnos ya, antes de que comience todo el mundo a andar por las calles.
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Casa de Muñecas
FanfictionEn una noche de borrachera, Renji descubre un terrible secreto. Las consecuencias de este acto desencadenaran un sin fin de situaciones en las que el pelirrojo pondra a prueba su cordura, su corazon e incluso su integridad fisica. *Esta historia co...